lunes, 3 de marzo de 2014

ME GUSTA/NO ME GUSTA UNA VEZ MÁS. Y YA VAN TRES.

   Nuevas aportaciones a la lista  de Me gusta/no me gusta con la que tanto éxito hemos tenido  y que tantas y tantas satisfacciones ha dado a los lectores de este blog. Exagerada? Tal vez, pero sólo un poco.

ME GUSTA

   Los teleoperadores que te tratan con naturalidad, sin protocolos absurdos y tratamientos obsoletos. No quiero que me llamen Doña Rosa, no quiero que utilicen conmigo fórmulas comerciales absurdas ni protocolos anticuados. Sólo quiero información clara y concisa y rapidez en los procesos. Y por supuesto que no me llamen a la hora de la siesta! Cuando me encuentro alguien eficiente, eficaz y atento me embarga la emoción hasta límites insospechados. Ingrid de Orange, chapeau! 



   La nueva versión de los Looney Tunes.  En Clan todos los días a eso de las dos o dos y media de la tarde. El pato Lucas y Bugs Bunny comparten casa. El conejo vive de los royalties del pelador de zanahorias que ha inventado y el pato simplemente le parasita, vive a su costa echándole mucho morro. Ambos tienen pareja con sus idas y venidas. En el último capítulo que vi era Porky quien buscaba novia. “No te preocupes – le dijo Lucas – yo te buscaré una cerda como dios manda.” Buenísimo. 



   Ver salir a los niños del colegio que hay al lado de mi casa. Me gusta cuando salen todos con sus uniformes iguales que da gloria verlos. Cuando yo era pequeña y mi padre iba a buscarme al cole tenía muchas dificultades para localizarme. Más de una vez me fui sola para casa porque no llegábamos a encontrarnos. Entiendo que es una empresa difícil distinguir a un niño entre hordas de ellos todos idénticos. Lo comparo con las láminas de ¿Dónde esta Wally?. Cuando mi hijo vaya al colegio le voy a poner un chaleco reflectante. Decidido. 


   Rascarme la pierna escayolada con un plastidecor negro y comprobar que se me está desintegrando la piel. Escamas, escamas y escamas. Un asco, lo sé, pero me gusta.
  

NO ME GUSTA

   Las señoras mayores que achuchan los mofletes de los niños con fuerza. Que sí, que sí, que mi niño es muy rico y todo lo que usted quiera pero un poco de contención, señora! Mi hijo está sufriendo en sus carnes lo que yo sufrí en las mías hace cuarenta años. Después de los pellizcos carrilleros siempre, siempre vienen los besos de metralleta. ¿A él también le pincharán con el bigotillo?

   Que mi hijo sea tan tímido. La timidez no es buena. La gente tímida sufre. Y mi hijo más porque, cuando sea mayor, seguro que le avergüenzo con este desparpajo y salero que dios me ha dado. Pobrecico.

   Mancharme la ropa cuando como. O pingarme como decimos en Asturias. Esto que parece de Perogrullo no lo es tanto porque yo me mancho una de cada tres veces que me siento a la mesa y esa estadística es cuanto menos inquietante. Mi simpatizante dice que soy muy “cotelosa” . Quiero pensar que esa palabra significa que soy tremendamente atractiva pero por el contexto creo que la cosa no va por ahí. Ayer, sin ir más lejos, me hice una mancha de salsa de albóndigas que parecía mismamente África. Igual, igual.

ESA NO SOY YO. Y SÉ LO QUE ESTÁIS PENSANDO


   Angelina Jolie. Me gusta su espíritu maternal, siempre con sus hijos a cuestas pero hay algo oscuro en ella que me perturba. No sé, no sé. Oye, por cierto ¿es cosa mía o su marido se está poniendo fondón? Brad, por favor, dime que no te estás dejando.
  


ROSA
  

   

1 comentario:

  1. Pues parecias mismamente tu..., menos mal que lo has dicho, si no pensarimamos todo el mundo que te estabas quedando en los huesinos, de tristeza, desconsolada, sola en casa, sin salir, por meter la puta-pata, en los baches... puta crisis...

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