Siempre que en algún momento de mi vida me han preguntado sobre mi bebida favorita nunca he sabido qué responder. Lo mismo me pasa cuando voy a tomar algo, que nunca sé qué pedir porque no tengo una bebida fetiche a la que recurrir cuando el camarero me pregunta: ¿qué desea tomar?. Empiezo pensando que los refrescos no me sientan bien por las burbujas, que los zumos me parecen empalagosos y pesados, el vino no es mi especialidad, las bebidas con alcohol me dan pereza... ¿pediré agua o seré una rancia?. Al final opto por conformarme con un caña, pero sé que poco despúes me encontraré mal por el efecto que el gas provoca en mi..
El otro día compré horchata. Y según la estaba echando en el vaso, me di cuenta que nunca pido esta bebida cuando salgo de bares. Igual no es muy demandada, al menos aquí en el norte, pero sé que me encanta. Además me refresca un montón y me parece que tiene un sabor muy especial.
Así que me he puesto manos a la obra para poder elaborar esta bebida de manera casera. Y de paso comentaros a vosotros como se hace. Los ingredientes son muy básicos: 250 gr chufas, 150 gr azúcar y 1y 1/2 l agua fría.
Preparación:
Tenemos que poner a remojo las chufas la noche anterior. Al día siguiente se trituran en la batidora. Se añade el azúcar, se vuelve a triturar y se va añadiendo el agua poco a poco y se sigue batiendo para sacar el jugo de las chufas de manera progesiva.
Por último tenemos que colarlo. En principio se puede hacer de muchas maneras. Se suele usar un filtro de tela, o una servilleta de tela o incluso los filtros de las cafeteras. Yo he usado el colador de turno, pero es cierto que tuve que colarlo varias veces porque los granos de la chufa se escapan por los agujeros del colador. De todas formas con dos veces que lo he pasado me ha quedado perfecto, eso sí, tenemos que estrujar bien la chufa para sacar todo el jugo.
Una vez terminado todo este proceso que dura muy poco, (aunque no os miento que el paso de colar puede ser un poco engorroso), me salió una buena jarra de horchata. Lo metí en el frigo para servirla bien fría. El resultado fue espectacular. Y más natural imposible. Lo cierto es que no duró nada y la jarra enseguida se vació. El sobrante de la chufa lo hemos utilizado como muesli para el desayuno, junto con los demás cereales que echamos en la leche. Puede ser una buena forma de ahorrar alimento y no dejar ni una sobra.
Espero que disfruteis con esta bebida. Me parece una buena forma de disfrutar del verano y aliviar ese calorcito con una buena horchata bien fría. A vuestra salud!.
ROCIO
Que moral tienes!!... Habrá que probarla... Mua
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