Quien me conozca sabe perfectamente que estoy celosa de TRON (mi perro) y que vivo envuelta en una lucha constante por obtener el amor y la atención diaria del dueño de la manada (mi npm). No me he vuelto loca, os lo explico.
Nunca he sido lo que se dice amante de los animales, ya desde pequeña tenía una gran animadversión a todo lo que volara y fuese pequeño. Siempre dije que prefería enfrentarme a un león que no a un Sanjuanín de Dios, que como comúnmente en Asturias se llama a los escarabajos. Incluso desde hace unos años las polillas me parecen feas y horrorosas sobre todo cuando se pegan al cristal de mi ventana y a través de sus expresivos ojos negros y saltones se comunican conmigo diciéndome: Ábreme, ábreme , ábreme, ...
Con respecto a los demás seres vivos irracionales (y no hablo de los humanos), me pasa otro tanto de lo mismo: por ejemplo, los gatos me dan pavor. Todo esto empezó cuando en casa de mis abuelos en León, una niña incrédula y temblorosa llamada Rocío, se acercó a un felino de cuyo nombre no quiero acordarme, para acariciarle con una mano mientras en la otra portaba un bocadillo de bonito. El gato en cuestión de segundos rehusó las caricias infantiles y clavó sus uñas en la tierna piel de la infante para apoderarse de tan ansiado manjar. A partir de ahí Rocío tachó de su lista de amigos a los felinos.
Con las vacas otro tanto de lo mismo, cuando en el pueblo salen los ganaderos con su ganado, y por casualidades de la vida me encuentro en semejante acontecimiento, solo veo bloques de carne caminando como zombis, y pienso que no me van a ver, que me van a aplastar y huyo despavorida a refugiarme en cualquier habitáculo protegido, a la espera que pase la procesión de estos animales un tanto groguis.
Y así un sinfin de animales. Podría decir que no tengo un buen feeling con ellos. Pero lo cierto es que a mi me gustan, porque al fin y al cabo son seres vivos, y a mi todos los seres vivos me dan pena, soy muy protectora con ellos, no intimo pero les cuido en la distancia. Incluso he llegado a matar a una hormiga y me he dicho para mis adentros con un movimiento rápido de persignación: "perdóname señor porque no sé lo que hago" . Y no es broma.
A POR LA ROOOO!!! |
TRON DE PEQUEÑO |
ESTE ES TRON |
ESTA ES DEBRA |
Hoy en día hemos tenido que adoptar una amiga para TRON, porque tenía el carácter un poco agrio por estar tanto tiempo solo en la casa, y eso que tiene prao de sobra para divertirse. Su nombre es DEBRA y es un Setter. Madre mía que revoltosa es, pero muy cariñosa. Y ahora somos las dos las que estamos celosas del dueño de la manada.
COMO SE QUIEREN.. |
Mi sobrina viene muchas veces a mi casa de campo y cuando se acerca a la verja me dice: "tata quita a zeba que me muede", o por las noches grita desconsolada cuando un mosquito la acecha en la oscuridad: "una moojcaaa ", o va con los brazos alzados cuando camina sobre la hierba alta, para que no le roce la misma o cualquier bichito que esté posado en ella. Si es que no puede ser más igualita a mi. Ya le cambiará el tiempo, la veo rodeada de perros, como yo.
ROCIO
HOY VAMOS AL VETERINARIO |
me declaro culpable, señoria.
ResponderEliminarfirma: el hombre que susurraba a los perrunchis
...qué puedo decir yo...creo que hace unos días nuestra amiga Rosa describió muy bien este aspecto de mí: ella dijo: Sandra se encuentra a una amiga por la calle que vá con su bebé recién nacido en brazos y con su perro atado y al que saludará efusivamente y con alegría será al último...es irracional, impulsivo e innato, no puedo evitar sentirme mejor rodeada de animales que de personas. Me resulta mucho más fácil, son simples y sinceros, no les puedes mentir ni te mienten, no hay margen a interpretaciones, si mi perra se cansa de que la acaricie se pira, si quiere que lo haga se acerca, no hay más, digo esto por buscar una razón aunque a estas alturas tampoco es que la necesite...Y a tí Rocío te digo que eres una campeona, porque yo convivo con un "antiperros" y sé que a veces no es fácil entendernos a nosotros los "properrunchis".
ResponderEliminarYo era de las que siempre se tiraba a los cachorros antes que a los bebes, y ahora que soy madre....también...Soy properrunchi también y confieso haberlo pasado fatal cuando me se me han muerto...Es duro y sólo la gente que pasa y siente lo mismo lo entiende..Ariel
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