Hola gente. Como sabéis, recientemente he cumplido treinta y seis años y me he animado a hacer este post para los que sois más jóvenes. Para que sepáis que pasa por la cabeza de alguien que sobrepasa la edad de los treinta. Y no sólo yo, sino que mi npm nos va a contar su experiencia teniendo en cuenta que él ya ha alcanzado los cuarenta hace un par de añitos. Ya sé que lo importante es estar vivo y esas cosas, y que da gusto cumplir años, pero esto no quita para darse cuenta que la naturaleza sigue su curso y por desgracia en el terreno físico lo hace en sentido descendente, aunque sí es cierto que en el plano personal nos hacemos ..¿ más sabios?, (unos más que otros). Pues allá vamos con el post de hoy:
¡MADRE MÍA QUE DE COSAS NEGATIVAS! |
COMO MUJER... Siempre lo ha dicho mi madre: "yo a vuestra edad también estaba como vosotras, luego empecé a engordar". Por aquel entonces yo sólo resoplaba con resignación y decía para mis adentros: "¡qué pesada!, si a mi nunca me va a pasar".
Siempre comí lo que quise y un poco más, y gracias a Dios nunca tuve problemas de obesidad. Lo que si es cierto, tal y como decía mi madre, es que a partir de los treinta lo que comes en exceso se queda agarrado en ciertas zonas del cuerpo y ya no es tan fácil eliminar esa "chicha" o "barriguita de la felicidad", ni con un atracón de Fairy. Por eso tenemos que vigilar más lo que comemos y practicar algo de ejercicio extra, porque ya no somos tan jóvenes y las hormonas no nos hacen el trabajo sucio de quemar las grasas sin más.
Otras cosas que noto a nivel físico, son las famosas patas de gallo que ya están apareciendo en mi rostro, las dichosas canas y ciertos pliegues feísimos que se han instalado en mis rodillas. ¡Con lo poco que he lucido yo mis piernas! Si volviera a nacer llevaría minifalda hasta para hacer deporte.
YO NO ME HUBIERA CAÍDO |
Esto es otra cosa que noto, que cierta ropa ya no te pega con tu cara. Aun me resisto a abandonar mis minifaldas pero lo cierto es que alguna que otra prenda ya me queda como "a un santo dos pistolas". Y esto no es justo.
También noto los excesos del sol en mi piel. Imprudentemente cuando era joven tomé demasiado el sol, y ahora me salen pequeñas manchitas en la piel, y unas arrugas en el escote que no me gustan nada de nada. Así que jóvenas y jóvenes cuidadito con el sol.
ANA... ESTARÍAS MÁS GUAPA CON UN JERSEY DE CUELLO VUELTO |
En el plano personal también noto algún que otro cambio. Nunca fui muy dormilona, pero a medida que me hago mayor después de comer siempre duermo unos minutejos, lo que en Asturias llamamos "echar un pigacín". No es la mayoría de las veces, pero es algo que nunca me había pasado. Tampoco me apetece salir de fiesta como antes, sólo me apetece quedarme en casa y disfrutar de mis horas libres, porque tengo muchas cosas que hacer. Todo lo más en cuanto a salir, me gusta ir a cenar, tomar unos vinos y para casa. Supongo que esto ya no tendrá mucho que ver con la edad, y será una cuestión de gustos y hábitos. También a pesar de ser una persona activa, me cuesta mucho ponerme con esa actividad. Mis movimientos ya van más lentos, y me fuerza de voluntad tarda muchas veces en despertar.
También me tomo la vida de otra manera, ya no me da miedo hacer ciertas cosas, y ya no tengo ese complejo del ridículo que tenía antes cuando era joven. En sentido negativo y tal vez por mi profesión, me he vuelto un poco agria, una mujer con demasiado carácter, y a veces demasiado estresada. Esto es lo malo de todo, que adquieres más responsabilidades y eso a veces no es bueno.
También me tomo la vida de otra manera, ya no me da miedo hacer ciertas cosas, y ya no tengo ese complejo del ridículo que tenía antes cuando era joven. En sentido negativo y tal vez por mi profesión, me he vuelto un poco agria, una mujer con demasiado carácter, y a veces demasiado estresada. Esto es lo malo de todo, que adquieres más responsabilidades y eso a veces no es bueno.
En general siempre dije que cuando eres niña es la época que más vinculada estas a tus padres. Cuando eres adolescente te despegas más de ellos. Ahora en la madurez vuelves a contar con tu familia y a preocuparte, en mi caso en demasía, por sus achaques y demás historias. Aunque como conclusión diré que estoy muy a gusto conmigo misma y soy feliz aunque el tiempo vuele, porque la ilusión de vivir la vida a tope no la he perdido y nunca la perderé.
ROCÍO
COMO HOMBRE...Hace un par de años que entré en la cuarentena y de vez en cuando echo la vista atrás y observo los cambios que la edad ha traído a mi cuerpo. Cambios físicos, cambios mentales. Podría extenderme mucho acerca de todos los cambios pero así a grandes rasgos decir que mis amistades por lo general me comentan que no he cambiado mucho en los últimos 20 años. Doy gracias por ello porque la verdad es que el paso del tiempo no me ha maltratado mucho, así que quizás no sea el mas indicado o el que mas puede hablar acerca de este tema. A pesar de ello si que se nota, en lo que a mi se refiere, unas canas de más en el pelo, una incipiente barriguilla, algunos pelillos que te salen en sitios donde antes no tenias (véase las orejas), músculos un poco mas flácidos, arrugas tipo pata de gallo, alguna pequeña dolencia de anteriores lesiones deportivas, etc. En mi caso todo ello en muy pequeñas dosis , pero ahí están. Por supuesto todo tiene arreglo, tiñete el pelo, vete al gym a cultivar el cuerpo, haz dieta, rasúrate bien, entrégate al bótox y haz unas buenas rehabilitaciones, es decir, conviértete en un esclavo de tu cuerpo.
Personalmente paso de todo eso. light. Lo que más noto a nivel físico es la capacidad de recuperación del cuerpo, antes retorcía un tobillo, tenia un golpe, cogía un catarro y en dos días como nuevo, ahora me lleva 15 días recuperarme de cualquier lesión. Antes salias un día hasta las 5 de la mañana y al día siguiente te levantabas temprano, ibas a la playa, a trabajar o incluso salías otra vez y sin problema ninguno. Ahora si sales hasta las 5 al día siguiente no te levantas. Que conste que yo no tengo ese problema, no porque mi cuerpo aguante sino porque no salgo a horas intempestivas.
Pienso entregarme a la vejez con honor. No quiere decir que me descuide pero tampoco me voy a privar de cosas ni hacer sacrificios extra mas allá de lo necesario. Higiene, deporte, alimentación “medio” sana y un poquito de imagen todo ello en plan
Pienso entregarme a la vejez con honor. No quiere decir que me descuide pero tampoco me voy a privar de cosas ni hacer sacrificios extra mas allá de lo necesario. Higiene, deporte, alimentación “medio” sana y un poquito de imagen todo ello en plan
En lo mental la verdad es que yo he experimentado muy pocos cambios. Alguna responsabilidad adquirida del trabajo y poquito más. Una cosa que me llama la atención es que me acuerdo de los consejos y sus correspondientes argumentos que me daban mis padres y me abuela cuando tenia 20 años, y que yo no solo no compartía sino que me sonaban a chino. A día de hoy me doy cuenta de la razón que tenían y no solo eso, sino que en muchas de aquellas cosas en las que intentaban instruirme me he vuelto aún más radical de lo que eran ellos. Cosas que cuando eres joven no le das importancia ninguna, obviamente porque lo ves desde otro punto de vista y con otros ojos (ojos de veinteañero).
ISRA
Resumo todo el post en una frase que me ha encantado, y creo que deberíamos tener en mente toooodos nosotros.
ResponderEliminar"Pienso entregarme a la vejez con honor", eso es, pérmitirnos envejecer con honor, dignidad y siendo conscientes, que nos guste más o nos guste menos, forma parte del proceso natural de la vida y eso se merece un gran respeto.
Ja ja ja.... Me he reído con este post... A ver, la juventud , de todas las etapas vitales es la más efímera. Todo lo que va asociada a ella, belleza, energía, fuerza, tiene bastante más éxito social que el resto de etapas, eso es así. Sin embargo las siguientes etapas no tienen porque ser malas, son diferentes y lo importante es evolucionar en la siguiente etapa y no quedarse anclado en la anterior... hay algo más patético que comportarse e intentar parecer joven cuando ya no se es???.... Seguro que a todos nos viene alguna imagen a la cabeza que pone los pelos como escarpias o nos acordamos de alguien intentando vivir como cuando tenían 20... Y como que no... En mi caso, si me entra la nostalgia miro a mi hija que esta sobrada de juventud y listo... Y sobretodo vivo está etapa como sí fuera la mejor... Hasta qué llegue la siguiente. Ariel
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