miércoles, 19 de junio de 2013

¿CÓMO ESTÁN USTEDEEEEEES?

   Aunque nací en Avilés, por causas circunstanciales que no vienen al caso, casi toda mi infancia discurrió en Gijón. Tengo muchos y muy buenos recuerdos de aquellos años. También alguno no tan bueno, que ser niño en los ochenta no era tan fácil. Hoy siento nostalgia y los voy a compartir con vosotros. Suerte tenéis de que me haya levantado nostálgica, que si me llego a levantar achilipú como ayer, os pongo canciones del Fary.

ALGUNOS RECUERDOS BUENOS

Los clicks de Famóbil. Han perdurado en el tiempo y eso me alegra sobremanera porque estoy deseando comprárselos a mi hijo. Ahora se llaman Playmóbil y siguen siendo estupendos. A mí no me los compraban, imagino que porque yo siempre pedía juguetes “de niña”, pero he pasado tardes enteras montando fuertes, poblados indios, gasolineras y aeropuertos con mi amigo y vecino Alberto. Los de mi época tenían una forma especial en la cabeza para que les encajaran todos los sombreros ¿No sería muy práctico que todos la tuviéramos? También tenían una melenita con trasquilones en la parte baja un tanto rarita. Véase ilustración adjunta:

Los caramelos Sugus. Ay, qué recuerdos. Eran indispensables en cualquier cumpleaños o fiesta infantil. Qué ricos, madre. Una salvedad, me gustaría comentarle al propietario de la empresa una cosilla. Estimado señor Sugus: Los de piña, los del papel azul, no le gustan a nadie. Puede ahorrárselos.


Los libros de los cinco, de Enid Blyton. Si no los has leído te has perdido algo muy, muy bueno. Después salieron los Hollister, pero esos eran menos molones. Yo tengo aún en casa de mi madre justo el de la foto. Tiene las hojas amarillentas, manchas y huele mal pero me gusta conservarlo. También estuve enganchadísima a los comics de “Esther y su mundo”. Seguro que las chicas os acordáis. Una breve sinopsis: Esther era una adolescente enamoradísima de Juanito (Juanito!!!???) cuya mejor amiga se llamaba Rita, su hermana mayor Carol (moníiiiisima) y su peor enemiga Doreen (muy fea y muy lianta). Creo recordar que había mucha tensión sexual no resuelta. He investigado y sé de buena tinta que Esther y Juanito se casaron y viven felices en Parla junto a sus tres churumbeles, Rita salió del armario confesando su homosexualidad y Doreen ha estado internada en la clínica López Ibor por su adicción a los ansiolíticos y psicotrópicos. Se veía venir.


Los dibujos animados de la tele. Los actuales son muy chulos (no os perdáis Phineas y Ferb, por favor) pero aquellos los disfrutábamos un montón y entrábamos en éxtasis apenas comenzaban a sonar las sintonías de cabecera. Podría cantaros enteritas muchas de ellas.  Ahora  me parece que Heidi era una moñas (así como ñoñona) y el desamparao de Marco un blandengue, pero entonces me gustaban. Mis favoritos: Dartacán y los tres mosqueperros (Eran uno, dos y tres los famosos mosqueperros, el pequeño Dartacán siempre va con elloooooos) y los Picapiedra. ¿Sabéis que Picapiedra es en Cáceres un apellido muy usual? He conocido un par de Pedros Picapiedra. Vilmas, no.



ALGUNOS RECUERDOS NO TAN BUENOS

Las misas. Las recuerdo laaaaaargas y aburridas. Imposible concentrarme en la liturgia ni entonces, ni ahora. Me parecen una tortura que no me merezco. Así y todo, aún me sé algunos pasajes: En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación...

Los calcetines de perlé. Esos de agujeritos tan refinados. Siempre se quedaba marcado el relieve en la piel alrededor del tobillo. A día de hoy, cuando veo un bebé con la marca indiscutible de los Cóndor le pego una rascadita, que recuerdo que era muy agradable.

El uniforme del cole. Más que el uniforme, el baby. En Asturias se dice mandilón. El de mi colegio era blanco con una raya finísima azul y se llevaba encima del uniforme hasta que terminabas la E.G.B. Cuando acabé octavo, yo ya medía 1,70. Ridícula es poco. El uniforme era azul marino con falda de tablas. Ahora creo que era bonito pero tardé mucho tiempo en vestirme de ese color cuando pasé al instituto.

Los esquijamas.  Son esos pijamas que tienen puños en las mangas y en las perneras. Prenda hortera donde las haya. Los míos solían ser de color rosa y no debían estar fabricados de un algodón muy bueno porque cuando te lo quitabas salían chispas. No se conocen casos de ningún niño que se quemara a lo bonzo en aquella época. Milagro.

Me acuerdo de muchísimas más cosas pero lo dejo ya porque me alargaría demasiado. Un día hablaremos de las expresiones infantiles tipo "Me pido primer", "A la cola pepsicola" o "No te ajunto" que ahí hay filón.

Os pongo un vídeo de los payasos de la tele para despedir el rollo nostálgico y os invito a que me contéis en los comentarios cosas de las que os acordéis vosotros, que es muy divertido. Besos mil.
                    www.youtube.com/watch?v=4sHIw5AAgFA
ROSA

13 comentarios:

  1. Rosa!! A mi me encantaban los sugus de piña!! Siempre los buscaba, porque había cuatro en cada bolsa... ¿a los demás no?. Y no te acuerdas de las mariquitas?? Lo que jugamos las dos juntas!!

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  2. Vivan los sugus!!!.... Perdí toda mi colección de Esther y la estoy volviendo a hacer ahora con los nuevos y los viejos reeditados... Un besote niñas

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  3. Pues mira, Rosa, Rocío y yo, que estamos leyendo el post juntas, no estamos de acuerdo con que los sugus de piña no le gustan a nadie, de hecho son los que más nos gustan a las dos. Y los libros que yo ley cuando era muy jovencita, y luego se los leyó mi hija en un verano, era los de "Susi la pelirroja".Guau, eran geniales

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  4. Bueno, no sé porque he puesto "ley" cuando quería decir leí. Un lapsus, supongo.

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  5. Susi la pelirroja no me suena nada. Debe haber un salto generacional entre nosotras Inma. Besos.

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  6. Me estáis engañando. Los de piña no le gustan a nadie.

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  7. Rosa, a mí tb me gustan los sugus de piña!!! de dónde has sacado esa teoría? Y los libros de los Cinco me encantan...

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  8. Rosa, coincido con el anónimo de arriba y con Rocío, los de piña eran mis favoritos también!!!!, menos mal que el Sr. fabricante de Sugus no te va a hacer caso con el llamamiento porque el daño iba a ser irreparable...
    Yo prefiero los Legos, que también son antiguos, porque los clicks son muy minimalistas y se pierden todas las piezas muy rápido apareciendo poco a poco el lugares muy insospechados.SANDRA.

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  9. Vaaaale. Los de piña son los mejoreees. Voy a llamar al Sr. Sugus y se lo digo. ¿Dónde habré puesto el teléfono?

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  10. Ay, ahora acabo de caer que Inma la que comenta lo de Susi la pelirroja es mi Inmaaaaa. Creía que era una amiga de Rocíoooo. Y es mi vecina, la madre de otra Rocío. Ah, pues entonces de diferencia generacional, nada. Somos de la quinta. Un beso y gracias por comentar. Ahora ya, todos los días.

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    1. Rosa, guapa. Las dos sabemos que "SÍ" hay salto generacional, porque, si yo hubiera sido muy precoz, hasta podría ser, tu mamaíta, chata, ja, ja, ja...

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  11. dile a los de sugus que haga bolsas especificas con piña, fresa y cereza. los de naranja y limon que los tire.

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  12. En el mundo rural cacereño no había ni sugus, ni dibujos en los años 70, pero había unos gorriatos volanderos, nidos de colorines (jilgueros), sugerentes tapias, tras las que había misteriosos huertos... La puta calle vamos. APASIONANTE.

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