Caso Ruby: Un Tribunal de Milán, compuesto por tres juezas, condena a Silvio Berlusconi a siete años de cárcel y prohibición a perpetuidad para ejercer cargo público. Se le acusa de abuso de poder y prostitución de menores, pues mantuvo relaciones sexuales con una prostituta marroquí despampanante llamada Ruby “Robacorazones” cuando ésta tenía 17 años, circunstancia que él conocía. Siempre se ha sabido que Il Cavalieri es un pichabrava y que su gran vicio es el fornicio. Famosas eran sus fiestas de lujuria y desenfreno. Él sigue negando las acusaciones y mantiene que todo se trata de un boicot para “eliminarle de la política por vía judicial”. Tocado y hundido.
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LA MENOR DESVALIDA |
Caso Lebinski: Bill Clinton ocupa la presidencia de Estados Unidos cuando conoce a una becaria rechoncha y simpaticona llamada Mónica Lebinski que se ofrece cariñosa a hacerle algún que otro “trabajito”. A Bill el despacho oval le pone mogollón y se deja hacer. Ella, de forma totalmente casual, graba conversaciones comprometedoras y conserva un vestido manchado de semen. No es una cerda, es una romántica: quiere guardar su código genético como recuerdo. Clinton afirma “nunca tuve relaciones sexuales con esa señorita” y cuando las pruebas salen a la luz aclara “es que el sexo oral no se puede considerar relaciones sexuales”. Ay qué risa. Su mujer Hilary lleva el asunto con la mayor dignidad posible y empieza a subir peldaños en la política a la misma velocidad que su marido se precipita al vacío. Mónica ahora diseña bolsos y tiene los mofletes más gorditos. El expresidente: Tocado y hundido.
Caso Strauss-Kahn: Esto es más grave. El 14 de mayo de 2011 Dominique Strauss-Kahn, por aquel entonces presidente del Fondo Monetario Internacional, fue detenido en el aeropuerto JFK de Nueva York acusado de agresión sexual a una empleada del Sofitel New York Hotel de Manhattan. Todo lo que él pudo alegar fue “Tengo inmunidad diplomática”. De poco le sirvió. El proceso fue un despiporre: Ahora demuestro que hay un complot en mi contra, ahora voy yo y enseño muestras de tu ADN en mi ropa, ahora va Sarkozy y se empeña en hundir mi carrera política... Una periodista italiana aprovecha el rebufo para acusarle de violación aunque también se alzan voces en su defensa: unas cuantas actrices porno y prostitutas declaran que era todo un caballero. Su esposa también le apoya “Es el precio a pagar cuando tienes un marido tan atractivo”. Qué salida tan elegante. Dominique Strauss-Kahn... tocado y hundido.
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LA DESPECHADA |
Caso Malaya: Algo más cercano. Tan tranquilo estaba Julián Muñoz en su Marbella querida trasegando bolsas de basura con su mujer Maite Zaldívar y algunos colegas de partido cuando “Oh, qué ven mis ojos!: Una graciosa tonadillera!” Se enamora como un burro y pierde los papeles, la razón, el “sentío” y alguna que otra bolsa. Él le dice: "Gitana, ¿tú me quieres?" y ella responde "Más que a mi vía". Cuánto amor. Su gran error: minusvalorar la ira de una mujer cornuda y despechada. La Zaldívar hace tres o cuatro bolos por las televisiones y destapa el asunto al grito de “Todos a la mierda”. Ahora la tonadillera va de mártir y Julián escribe libros desde la cárcel afirmando que “Isabel y yo lo hacíamos muy bien y muy a menudo”. Este tío es imbécil desde antes de que su padre y su madre se conocieran. Tocado y hundido también.
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LA MÁRTIR |
Y después de comprobar cómo los bajos instintos pueden hundir al más triunfador de los hombres, planteo la siguiente pregunta ¿Es el sexo el motor que mueve el mundo, más allá incluso del dinero o la posición social? o lo que viene a ser lo mismo ¿Es verdad que tiran más dos tetas que dos carretas?
Dios mío, soy consciente de que tengo muchísimo poder y no sé cómo utilizarlo. Me doy muchísimo miedo.
ROSA
ROSA