Mostrando entradas con la etiqueta Irina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Irina. Mostrar todas las entradas

martes, 4 de junio de 2013

ERRE QUE ERRE

    Todos los años lo mismo. Este fin de semana me he puesto el bikini por primera vez y no me ha gustado nada lo que he visto: Estoy blanca como un folio y flácida como un flan de huevo. La edad, la falta de ejercicio (o vida sedentaria, llámalo como quieras) y el embarazo han causado estragos en mi cuerpo, pero paso de agobiarme. Me resigno y me va mejor. Hay que asumir el paso del tiempo y saber envejecer con dignidad, pero es tan difícil ¿verdad? Recuerdo una vez que estábamos hablando en casa de la prueba esa famosa para saber si tienes el pecho caído o no. Sí hombre, esa prueba en la que te colocas un lápiz justo debajo de la dominga. Si se cae, estás de enhorabuena, si se sujeta...malo. Pues le explico a mi madre en qué consiste y  me dice  “A mí el lápiz no se me cae y el palo de la fregona seguro que tampoco”. Y tan pancha. Es una tía muy inteligente, mi madre.



   Casi todos estos tipos de paranoias son exclusivamente femeninas. ¿Habéis visto alguna vez a un hombre agobiado al probarse el bañador o estriparse los muslos en busca de piel de naranja? Ellos ven el mundo de otra forma, con otros ojos menos complicados. Y  yo me pregunto ¿Qué misteriosos mecanismos hacen que lo que para ellos es horroroso para nosotras sea elegante, lo que para ellos es divertido para nosotras sea un bodrio o que lo que para ellos es una ridiculez para nosotras sea el colmo del romanticismo? La naturaleza es muy sabia y nos ha hecho muy distintos (unos de Marte y otras de Venus) para que no nos aburramos. He sometido a varios de mis amigos y compañeros a una encuesta para acercar posturas y para intentar descubrir algunas claves que nos lleven al entendimiento. Estas son las respuestas/quejas más frecuentes:

  • A los hombres no les gustan los zapatos con muchísimo tacón o con plataformas. Bieeeen!!! Hurra!!!! Nosotras ahí subidas sufriendo como imbéciles y resulta que no sirve para nada.
  • No a la ropa interior color visón o faja de abuela, que viene a ser lo mismo. Fíjate que esto ya lo sospechaba yo. Ya les puedes explicar las bondades de ese tono, que no se transparenta con ninguna prenda y todo lo que tú quieras, que a ellos no les pone nada. La verdad es que bonito bonito no es. Para los momentos erótico-festivos tampoco vale. Parece ser que en estos casos el color que triunfa siempre es el negro. Tomo nota.
  • Las lorzas que a nosotras tanto nos alarman son mucho más pequeñas a sus ojos. Su tolerancia es infinitamente mayor que la nuestra ante celulitis, flacidez, estrías y demás escarnios.
  • Las mechas, tintes y baños de color les pasan completamente desapercibidos y el corte de pelo tiene que ser de más de veinte centímetros para que noten algo. Pánico absoluto ante la pregunta “¿No me notas nada?” Uf, uf, uf.
  • Tampoco mola el exceso de maquillaje. Naturalidad ante todo y nada de colores estridentes. Lo contrario de lo que se lleva ahora, vayapordioshombre.
  • Y los kilos de más, según y cómo estén repartidos, pueden ser irresistiiiiibles (alucinada me hallo, que diría Rocío).

     Entonces... ¿Por qué nos empeñamos en sufrir con los taconazos y en gastar una pasta en peluquería y esteticién? ¿Por qué estamos todo el día quejándonos y pasando hambre si como más se liga es con zapato plano, la cara lavada y mollitas por doquier? ¿Qué hacemos, nos relajamos y ya está? Sí, ya sé lo que me vais a decir: que lo importante es sentirse a gusto con una misma y bla, bla, bla... TURURÚ!!! Que no me creo nada. Que todo lo que me habéis contado es una burda patraña. Que sólo es cierto lo de las bragas color carne. Que lo decís y luego se os cae la baba con la Irina, Giselle o Angelina de turno. A mí me la vais a dar.

  Sí que hay una cosilla que me tiene inquieta. Me han dicho varios chicos, y esto sí me lo creo, que odian que les saquemos espinillas o puntos negros. Pues yo esto lo reivindico. Pocas cosas hay que den tanta satisfacción como un punto negro bien extirpao. A que sí.
  
   El día que yo encuentre un hombre que se deje sacar espinillas sin protestar, tiene mujer para toda la vida.

ROSA