Va a ser tónica de este blog poner este tipo de posts de vez en cuando. Nos reímos mucho las dos cuando los hacemos. Os aconsejo hacer la práctica en casa, es muy divertido. Pero ojo, siempre bajo la supervisión de un adulto, porque esto puede acabar en un desmadre total. Otro día os pondremos las cosas que no nos gustan, que nos horripilan y que de sólo pensarlas nos salen sarpullidos. De momento os dejamos con las cosas que tiene la vida que nos dan un gustirrinín...
ME GUSTA:
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¡Mmmmm! |

Me gustan las mujeres de mediana edad refinadas pero sin caer en la cursilería: Suelen oler muy bien y su fragancia impregna toda el lugar de donde se encuentren y suelen usar maquillaje color melocotón al igual que su colorete. Usan gafas y las suelen colgar sobre su cuello con un cordón de pedrería. En general son rubias con el pelo corto y abombado, y suelen tenerlo estático resultado de horas de peluquería y de kilos de laca. También suelen vestir con faldas de tubo y jersey de cachemir con chaquetita del mismo color y género. Pero, ojo, sólo me gustan las que sonríen y me hablan como si yo fuese su hija o su nietina. Son adorables.
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MAMAAAA |
Me gusta mucho el olor de los libros recién comprados y estrenados. Suelo siempre pasar todas las hojas y me doy “aire” con ellas. Mmmm …

ROCIO
ME GUSTA:
La tortilla con el huevo crudo.
No digo con el huevo crudo del todo, pero si al cortarla rezuma un poco por el
medio me pirro por ella. Ni que decir tiene que Rocío y yo compartimos tortilla
con mucho gusto. No entramos en contienda: Para ella los bordes que están más hechos y para mí el medio.

El reciclaje de las cosas para
darles un segundo uso. En eso soy la reina (dice mi amiga E.). Mirad qué
bote más chulo para el material de oficina me he hecho con un escurridor de
cubiertos. Me caben las tijeras, el pegamento, la grapadora, bolis, rotus...
Las personas que tienen
hoyuelos y cuando sonríen se les ponen los ojos chiquititos, casi cerrados.
Un ejemplo: la actriz Ariadna Gil. Ejemplos más cercanos: La hermana de Rocío,
su sobrina, mi simpatizante... Información para los lectores más snobs: existe
la cirugía para ponerse hoyuelos. Se llama Dimpleplasty y cuesta alrededor de
2,000 euros. Yo paso.
La satisfacción de tener razón.
Creo que esto es un defecto (heredado por vía materna). Soy cabezota y
porfiona y disfruto mucho cuando se descubre que yo tenía la razón. Un “te lo
dije” bien dicho no tiene precio. Se queda una más a gusto...
ROSA