miércoles, 29 de enero de 2014

COULANT

Mi amigo Mario me puso como única condición para venir a mi casa que le hiciera un Coulant. ¡Como está la juventud ahora!... encima que les invitas, al anfitrión se le exige un menú. Pero como a Mario  le apasiona  el chocolate tanto como a mi, pues no pude decirle que no.  Además se trata de un buen amigo, y a los buenos amigos hay que cuidarlos y que mejor manera que  con esta sencilla y sabrosa receta de Coulant. 

Pues el sábado me puse manos a la obra. En realidad es un postre muy socorrido, porque aparte de estar delicioso lo puedes elaborar muchas horas antes de hacer la comida principal, porque el secreto está cuando lo metes en el horno  que la masa tiene que estar bien  fría y sólida. ¿Sabéis que el Coulant también lo llaman "Muerte por Chocolate"? Hay que ver... Os cuento como lo hago yo: 

Ingredientes necesarios: 
 - 4 huevos
 - 115gr. de chocolate fondant
 -75 gr. de mantequilla
 - 75 gr. de azúcar
 - 75 gr. de harina de trigo
 -cacao en polvo. 








Elaboración: 
En un bol se baten los huevos junto con el azúcar. Cuando los huevos estén muy espumosos añadimos, la mantequilla previamente derretida (suelo siempre derretirla con el programa de descongelado del microondas) y el chocolate también previamente fundido. Cuando liguemos bien esta mezcla le añadimos la harina tamizada. Y la vamos incorporando poco a poco. 
 Por otro lado cogemos las flaneras y las engrasamos con un poco de mantequilla. Y espolvoreamos el cacao en polvo. También se puede espolvorear harina, y el contraste final entre el color del chocolate y la harina queda bastante original. Yo esta vez lo hice con cacao en polvo.  Seguidamente incorporamos la mezcla en las flaneras y lo metemos en el frigo unas doce horas antes de introducirlo en el horno, o dos horas en el congelador.
Una vez pasado este tiempo, precalentamos el horno a 225 grados. Normalmente suelo dejar las flaneras unos 10 o 12 minutos en el interior del horno. Hay que estar pendiente de la cocción. Si nos pasamos  de tiempo el coulant parecerá  un bizcocho, si lo sacamos antes de tiempo, estará la masa muy líquida. Yo suelo probar primero con un coulant para controlar el tiempo, porque cada horno es un mundo. El resultado es asombroso y si eres adicto al chocolate te recomiendo con creces este postre. Si no preguntárselo a mi amigo Mario (se comió dos y porque la mujer no le dejo coger el tercero...). 
Perdonar por la calidad de la imagen... teníamos muchas ganas de comernos el Coulant.
ROCIO

domingo, 26 de enero de 2014

METER LA PATA

   Juro que no había bebido. Eran las diez y pico de la mañana  y a esas horas sólo doy café con leche en sangre. El caso es que yo iba tan tranquila con mi caperuza roja y mi cestita de mimbre con la merienda para mi abuelita (Qué passa??? No se me permite un poco de licencia poética?) y cuando quise cruzar la calle… HAAAALAAAA LA BURRAAAAAA!!!! YA METIÓ EL PIE EN EL HOYOOOOOO!!!!! Pues eso, que había un hoyo en el asfalto y allí que metí el pie. El tobillo se torció, me caí, sentí un dolor agudo, un cragggg y luego mucho, mucho, mucho calor. Quizás no fue en ese orden. Puede que fuera antes el cragggg que el dolor agudo, no sé. El caso es que un ratito después estaba en urgencias acompañada de mi santo padre. Me exploraron, me hicieron radiografías y a la vista de las mismas emitieron su diagnóstico: Fractura desplazada del maléolo peroneal  (que no perineal) externo. O sea, me rompí el peroné a la altura del tobillo. Me pusieron una inyección de voltarén, no sin antes suplicarles que no lo hicieran  argumentando que casi no me dolía (¿he mencionado alguna vez que tengo fobia a las agujas?), después una escayola para inmovilizar y Hala! Pa’casa. Por la tarde me vio el médico que me tenía que firmar la baja (accidente laboral, por cierto) y me dijo que tenía para tres o cuatro meses. “Quéeeeee???? Lo siento, doctor, pero no me viene bien. Tengo previsto un viaje a Venecia para mediados de febrero”.” Ay  qué risa, a Venecia a mediados de Febrero”, dijo él. Puede que fueran delirios fruto de los antiinflamatorios pero me pareció que iba pasillo adelante secándose las lágrimas con el dorso de la mano.


   Así que aquí estoy, con el pie en alto para evitar la inflamación, sacándome el carnet para conducir muletas (barrunto que lo próximo que me voy a romper son los dientes) y riéndome por no llorar, eso sí. No puedo desenvolverme sola en absoluto, mi hijo tiene que ser atendido por sus abuelos (que por otra parte, lo hacen bastante mejor que yo), tengo unas agujetas terribles en los brazos y llevo una riñonera de la caja de Ahorros atada a la cintura para poder transportar cosas. Sé que los que me conocéis y los que leéis con asiduidad este blog tenéis la idea de que yo siempre le veo la parte positiva a las cosas, que soy muy optimista y bla, bla, bla, pero ahora no sé, verme así en los próximos tres o cuatro meses se me hace duro, la verdad. Mañana por la mañana voy al traumatólogo que ya me dará una información más detallada. Ojalá me dé buenas noticias.

   En otro orden de cosas, mañana por la tarde he sido convocada junto a mi padre para el segundo y último casting, éste presencial, para participar en el concurso de Antena 3 "Atrapa un millón". Parece ser que no quedé tan mal en el primero, a pesar de no saber cuál es la capital de Uruguay.(http://noselodigasatumadrequeselodicealamia.blogspot.com.es/2013/08/ser-un-personaje-mediatico-es-lo-que.html). Allá que voy con mis muletas y mi escayola. La riñonera de la Caja la dejaré en casa, pero he buscado unos calcetines bien chulos como accesorio a mi outfit . Mañana me voy a  poner unos con la cara de una rana que dice Kiss me.  Tenía elegido un modelito estupendo para gustarles pero me temo que si les causo buena impresión, esta vez no va a ser por mi estilismo. 

  Pues eso, que vas por la calle tan tranquila, laralaralarita, y de repente un hoyo te lo cambia todo.


ROSA


ESTILISMOS: OYSHO
P.D.:  Resuelvo algunas dudas que puedan surgir:

1ª No puedo denunciar al Excelentísimo Ayuntamiento de Cáceres y llevarme así una sustanciosa indemnización porque ni hubo testigos ni llamé a la Policía Local. Qué iba a saber yo.


2ª Para los más maliciosos: Estaba perfectamente depilada e hidratada.

miércoles, 22 de enero de 2014

YO, MI, ME, CONMIGO


   Tengo un sentido del humor pelín ácido que no todo el mundo entiende. El humor negro me parece un recurso magnífico en según qué ocasiones. A veces soy borde. Hablo mucho pero por la mañana temprano no tengo la cabeza para ruidos y entro en un mutismo propio de un monje tibetano. Se me pasa a eso de las nueve. Siempre creo que tengo razón. Siempre. Tengo poca paciencia. No me gustan los sudokus ni los crucigramas. Los puzzles sí. Si como cebolla me muero de asco, si como chocolate me muero de gusto. Me encantan los niños. Soy una maestra frustrada. Me fascina disfrazarme. Creo que el día que más guapa me sentí en mi vida fue en una fiesta pirata. Odio que me saquen fotos. Siempre salgo mal (véase el ejemplo). Tengo fobia a las agujas y me mareo si veo cómo me hacen un análisis de sangre. Mi fondo de armario es monótono y si algo me gusta o creo que me favorece me lo pongo hasta hartarme. La obsesión de esta temporada son unas botas color cámel que sí, lo sé, me quedan algo grandes. Soy una manazas y eso me frustra. Dibujo bien, canto mal. Soy muy seca en mis afirmaciones. Dice mi madre que más que hablar, sentencio. Yo creo que soy diplomática, pero parece ser que no. Algunos de mis amigos, en cambio, dicen que soy una bienqueda. Me joroba que me controlen y que me hagan muchas preguntas. Tengo alma acomodaticia y no soy nada, nada ambiciosa. Me joden los apenaos, los pobres de espíritu, los flojos. No soy expresiva en el cariño, pero a los niños me los como a besos. Tengo el pelo muy rizado y con la humedad se me pone hecho un chozo, a medio camino entre un pelocho y la pantera rosa cuando sale de la secadora. En el colegio me llamaban “pelo de estropajo”. Soy rubia pero no tonta porque realmente son mechas. Lo primero que te llama la atención cuando me ves por primera vez es que soy muy grande. No sólo alta, sino grande. Me gusta cuando mi "simpatizante" me dice que soy una mujer rotunda. Lucho por usar una talla 40, pero a nada que me descuido me planto en la 42. Tengo el culo plano y las rodillas espantosas, jamás las enseño. Me adapto fácilmente a cualquier medio menos al campestre. Soy completamente urbana. Sólo consigo ahorrar si pienso en un fin concreto, normalmente algún viaje. De lo que más presumo es de mis amigos. Es inevitable, son los mejores. Me entusiasma hacer planes. Soy organizada, ordenada y limpia. Y no, no tengo abuela. No soy preocupona ni pesimista. Todo es color de rosa en los mundos de Rosa. Me creo inmortal, eso me ayuda a no tener miedo. Siempre creo que las cosas malas le pasan a los demás y eso me da mucha seguridad. Creo que no conocí el amor verdadero hasta que fui madre. Moriría por él.
 
   A veces no me soporto aunque la mayoría me encanto.

   Virgo, 41. Carnet B2. Nivel medio de inglés hablado y escrito. Disponibilidad para viajar.
  
ROSA






lunes, 20 de enero de 2014

SI LA JURADO LEVANTASE LA CABEZA...


Cuando era más pequeña, me acuerdo que cada vez que había algún cambio social o político importante e incluso algo transgresor,  los mayores siempre exclamaban: “ Si Franco levantase la cabeza…” Pues yo estos últimos días no paro de repetir esa frase pero  en alusión a "la más grande", a  mi tocaya Rocío Jurado. Pocas veces en este blog hemos hecho alusión al “famoseo casposo" propio de programas de altos índices de audiencia como  el “Sálvame (de algo)”. Hoy me voy a permitir el lujo de hablar de  la familia “Jurado-Ortega Cano”. Y es que últimamente esta familia está de rabiosa actualidad, y me temo que  no por nada bueno.

Todos creíamos que la pequeña Rocíito, esa niña repipi y marisabiondilla, cuyo perfil siempre me recordó a la mascota “Cobi” de los Juegos Olímpicos de Barcelona´92, iba a ser en un futuro el foco de atención de la prensa rosa, e incluso llegamos a pensar que iba a dilapidar de manera esperpéntica la tan merecida fama de la mamá coplera. Nos equivocamos.


   Con el fallecimiento de "la más grande" todo dio un giro inesperado. Rocíito desapareció del mundo del celuloide (al igual que la mascota Cobi) y nadie más supo de ella. Al mismo tiempo salían a la luz otras figuras que antes estaban en un segundo plano como   el “actor secundario Bob” en la saga de los Simpson. Una de ellas fue el hermano de la Jurado, Amador Mohedano. ¡¡Cuánto arte alberga ese apellido!! ¡¡Ole los Mohedanos!! Pues resulta que el tal Amador haciendo alusión  a su nombre amaba a muchas mujeres. A unas más que otras, a muchas de ellas a la vez, a otras por separado. Tenía amor para dar y regalar. Y  regaló tanto amor que le quedó muy poquito para su compañera sentimental de tantos años, su mujer, la madre de sus hijos,  Rosa Benito, que harta de la generosidad de su esposo,  terminó por huir a un lugar mejor: a la cama de un hospital, fruto de una crisis de ansiedad. Si la Jurado levantase la cabeza…
NO ME EXTRAÑA QUE LEVANTE PASIONES...
La Benito, inició una creciente carrera en el mundo periodístico como tertuliana de la prensa del corazón. Compartió escenario con los mejores profesionales de este mundillo y fue objeto de continuas críticas por parte de sus semejantes. ¡Cuanta envidia hay en tu profesión, Rosa!. La peluquera, y cuñada de la Jurado ,llegó a embarcarse en una aventura que la llevo a una selva llena de famosos como ella. Consiguió adelgazar unos kilos, broncearse la piel, enamorarse de un jovenzuelo y hasta llegó a ganar el concurso. Pero el mejor triunfo de esta señora fue el volver a sentirse mujer y sentirse deseada. Todo terminó con el sonado divorcio de Amador y un sinfín de bajas médicas provocadas por los nuevos cambios en su vida. Si la Jurado levantase la cabeza…
TODA UNA MUJER DE PORTADA
Con la desaparición de Rocío, la familia Ortega  Cano empezó a coger cierto protagonismo. El pobre viudo se hizo cargo exclusivo de los dos niños adoptados por la pareja, Gloria Camila y José Fernando.  Una labor ardua la de sacar a una familia adelante cuando la pena y la tristeza le corroía por sus entrañas.  Por destinos de la vida fue juzgado y condenado por delito a la pena de prisión de dos años y seis meses, que llevará al torero a su inminente ingreso en prisión. Pero no va a estar solo, le recibirá con las manos abiertas uno de sus hijos que comparte, por estos días, el mismo destino que su padre. Pero no hay problema, porque Ortega Cano ha resurgido de sus cenizas, con la aparición de una nueva mujer en su vida y de un nuevo retoño que le dará esperanzas de seguir viviendo. Mientras tanto el no para de exclamar públicamente: "Por mi alma que ese día no bebí". Si la Jurado levantase la cabeza…
QUE ARTE TIENE EL TORERO
Y ya sabemos que JoséFer se ha convertido en un niño rebelde. El hijo de la desaparecida Coplera nos ha salido traviosillo, y tras  la espera impaciente por alcanzar  la mayoría de edad y hacerse con parte de la herencia de su madre millonaria, empezó a salir en los medios de comunicación con dudosa verborrea. Se enamoró de una chica de bien llamada "Michu"(nombre muy popular entre las chicas "de bien"). Todo iba sobre ruedas, pero  un día  sucedió lo que tenía que suceder:  el chico “ se volvió loco", y tras una noche de locura y pasión, terminó durmiendo en el calabozo de la comisaría más cercana  y posteriormente fue ingresado en prisión,  (de momento prisión preventiva) a la espera de un futuro juicio. Si la Jurado levantase la cabeza….


Y hasta aquí la historia de la familia "Ortega Cano- Jurado", tras la muerte de "la más grande". Una historia plagada de sinsabores, pero similar a los problemas habituales que se encuentran en cualquier familia española. Y digo yo,  si la Jurado levantase la cabeza…. cantaría aquello de… “Ayúdame, Ayúdame, Ayúdame señor a caminaaaaar””. ¿No creéis? 

Hasta aquí la Reportera Rocío para informativos Telecirco. 

ROCIO

viernes, 17 de enero de 2014

PEQUEÑA CONFESIÓN


   Me voy a permitir la licencia de utilizar este blog como un confesionario virtual  para poder opinar públicamente sobre un hecho  que causará cierto estupor en alguna que otra persona, y probablemente no tendré con esto muchos adeptos. Pero ya lo dice mi  amiga Rebe, que soy como un proyecto de integración social. Además, qué se le va a hacer, en esta vida no todo el mundo piensa por  igual, lo importante es respetarnos los unos a los otros y ser buenas personas.   Y aquí os resumo cual es esta pequeña confesión:

No me gusta hacer regalos cuando estoy obligada a hacerlos.


   Lo que para algunos resultará una tontería, no lo es tanto para mí. Y os voy a explicar por qué.
   Por lo general soy una persona detallista. Intento tener detalles con mi familia, amigos y demás personas cercanas, pero me gustaría que la sociedad no me impusiera cuando debo o no debo hacer un regalo. Está claro que nadie me va a prohibir nunca tener un detalle con un persona, pero lo que sí me obliga (hablo de obligación como un condicionamiento social), es a hacerlo en  fechas señaladas.
Tal vez todo sea porque en mi familia no solemos hacernos regalos de Reyes, cumpleaños, San Valentín, etc  y menos aún el día del santo, (que todavía no entiendo como hay gente que celebra el día del santo), y por eso tengo tal desapego a  regalar en este tipo de celebraciones. Probablemente se deba a ésto, pero lo cierto es que lo que más me gusta es tener detalles con la gente que necesita algo en un momento puntual de su vida, o bien  cuando ves  en una tienda algún objeto que te recuerda a él o a ella y decides comprarlo o  cuando esa persona  está pasando un buen o incluso un mal momento, o bien porque te apetece hacerlo sin más.
Por el mismo motivo no entiendo porque se tiene que regalar o dar dinero en una boda. ¿No se trata de una invitación?. Por eso no me suelen gustar este tipo de celebraciones, porque no dejan de ser un negocio, como las Navidades, como San Valentín, etc. ¿Porque sea el día del padre tengo que darle un regalo a mi padre por narices? ¿No vale dárselo otro día porque me apetece o porque necesita algo y yo me voy a adelantar para conseguírselo? ¿No es padre el resto de los días del año? ¿Porque sea el día de San Jordi tengo que comprar un libro y una rosa, que cuesta el doble que un día normal, y regalárselo a alguien que igual ni lee o tiene alergia a las flores?.
Los mejores regalos que he recibido en mi vida, son aquellos que no me los esperaba y los regalos no materiales, que aunque os parezca cursi, son aquellos que  consistan en un abrazo, en una llamada , en un frase a tiempo…
Y no es equivoquéis que no se trata de una cuestión de egoísmo, porque no exijo a nadie que el día de mi cumpleaños me regale nada, o que el que vaya a mi boda me de un sobre con dinero, o que en el día de reyes mi árbol de Navidad esté inundado de regalos para mi. Ya os digo que no se trata de lo más importante en esas fechas,  sino el sentirte querida por la gente que aprecias y que te rodea, al margen de resultar sensiblera. 

Tampoco se trata de una cuestión de tacañería, porque no lo soy.  Mi compañera de blog y yo nos conocemos desde muy pequeñas y nunca nos hemos regalado nada en nuestros respectivos cumpleaños. Y si lo hemos hecho ha sido pura coincidencia y siempre algo simbólico. Cuando hemos visto un detalle en alguna tienda,  que nos ha recordado a la otra persona, lo hemos adquirido para regalarlo posteriormente y ha sido fantástico.

El otro día escuchando un programa de televisión, un humorista exponía las claves para ser una persona con éxito y tener un alto poder adquisitivo: su fortuna acumulada se basaba en no dar propinas, no dar limosnas y no dar regalos. Yo no estoy del todo de acuerdo con sus argumentos, pero lo que si es cierto , y al hilo de lo que el cómico narraba, es que se gasta  muchas veces   dinero en detalles que a veces no valen para nada, o  se compran regalos “ a carreras” para por lo menos “no ir con las manos vacías”. Pero no había fondo en los regalos, ese fondo que yo llamo “regalos de corazón”.

Yo quiero mucho a mi gente, a mis amigos, a mi familia, a mi pareja, y no necesito demostrarlo con regalos, pero sí con ciertos hechos, que a veces por desgracia estamos escasos de ellos. E incluso con regalos, por supuesto, pero no cuando el calendario me lo imponga o hacerlos por el simple hecho de no quedar mal. 

Pero en esta pequeña confesión tengo dos excepciones y por ende, dos debilidades: los niños y mi npm. Los niños porque creo que siempre, y con moderación, les hacemos felices con los regalos, en cualquier fecha, aunque ésta sea señalada. Y mi npm porque al pobre siempre le voy a exigir más que a los demás. 
Que sepáis que cuando yo regale algo a alguien, aunque sea en su cumpleaños, es porque me sale del corazón. Mientras más mayor me hago me voy desprendiendo más fácilmente de las cosas que no van conmigo aunque sepa que haya gente que no lo entienda. Creo que el "no-regalar" no está reñido con la amistad, al menos para mí.


¿ A que ahora que sabéis este pensamiento mío, ya no queréis que os regale algo si no lo siento? Porque en el fondo pensáis como yo. Buen finde. 

ROCIO

miércoles, 15 de enero de 2014

EL SEXO, ESE GRAN TEMA


   Me ha vuelto a pasar. Otra vez me ha pillado la blanca, es decir, que no encuentro la inspiración para escribir. Mis musas están de vacaciones con las de Serrat fijo. Las muy perras.

   Decido escribir a mi amiga y socia en este invento para compartir penas y preocupaciones. A continuación transcribo el diálogo:

- Tía, no se me ocurre nada para el post y mira qué hora es
- Estoy mega liaaaadaaaaaa.

   Esto, que normalmente me invita a pensar “Ya será menos” con otras de mis amigas, con Rocío me lo creo. Como tiene un trabajo de esos de superhéroe en los que tiene que lidiar con malos y buscar la justicia y todas esas cosas y encima es autónoma, pues sé que es verdad. Pero lo peor viene después. Me sorprende con otro mensaje cuanto menos preocupante.

- Habla de sexo

   No sé qué le pasa a mi amiga. No sé si son carencias o excesos los que le llevan a solicitarme estos servicios y reconozco que la sola idea me da un poco de grima. Y cuando digo grima no me refiero a la que te da cuando muerdes una toalla, sino más bien un poco de respeto a la par que repelús. Que no me atrevo, vaya. Llamadme reprimida pero así es. Yo de palabra lo que tú quieras, pues no soy yo echá pa'lante para hablar de sexo, pero así, dejarlo por escrito... no lo veo, la verdad. No obstante, me viene a la memoria un post genial de un bloguero que además de buen escritor es componente (concretamente vocalista) de uno de mis grupos de música favoritos. Se hacen llamar “El desván del duende” y son un grupo mixto de Cáceres y Badajoz muy divertido. De esos que te dan un buen rollo que te mueres. Me parecen francamente buenos, llevan tres discos ya en el mercado y ahí andan, esforzándose por llegar a lo más alto. Si me paro a pensar lo que ellos están peleando y comparo con la pila de discos que vende la fata de lady Gaga se me abren las carnes.

   Bueno, a lo que iba, que me voy por las ramas. Juan Manuel Díez es cantante, compositor y un escritor buenísimo por lo que puedo ver en su blog. Se lo publican en el Periódico Extremadura. Porque él lo vale.

A continuación su post: HABLEMOS DE SEXO.  






Se me queja un buen amigo, entre cerveza y cerveza, de que mis artículos son demasiado culturales para su gusto. Y pone énfasis en la palabra culturales al decirlo. En ese instante, cómplice de su protesta, otro amigo toma vela en nuestro entierro y, apurando su trago, entre reproches y bromas, argumenta --lo cito literalmente-- que él también me leería con más complacencia si en vez de tanta poesía, tanta música y tantos comederos de cabeza hubiera más sexo.
Es justamente al pronunciar la palabra sexo, cuando dos amigas y un amigo más se nos suman a la conversación, improvisando, entre risas, los próximos temas sobre los que podrían tratar mis siguientes artículos. (Temas que, por respeto a mis lectores más impresionables, omitiré en su totalidad, pues no suenan igual citados un domingo en un papel de periódico que entre amigos, un sábado de cañas). En ese instante, el coloquio ya ha tomado un cariz de guasa general y hasta el camarero, saliendo de otra conversación sobre fútbol, levanta la voz desde detrás de la barra y opina, muy seriamente, que si hubiera más sexo en los periódicos, la gente los leería más.
Las miradas de medio bar me buscan, como indirecto causante de las críticas y el cachondeo. Atención general que aprovecho para argumentar, también entre bromas, y acompañando mis palabras de cierto fingido ademán de ponente académico, que el sexo, como cualquiera con cierto criterio existencialista, prefiero practicarlo antes que teorizarlo sobre un papel, y que para hablar de una materia tan crucial y compleja ya existen muchos estudiosos (demasiados, quizá) más entendidos que yo. Y, en este punto, hago una pausa y agrego irónicamente: al menos en lo referente a la teoría.
Hay risas y opiniones para todos los gustos. La guasa avanza de forma espontánea y todo el que va llegando al bar parece encontrarse encantado con la conversación. Pero mis amigos, que me conocen bien, no quedan satisfechos del todo con mi respuesta y me retan a sorprenderles, llegando a firmar a siete manos, sobre una improvisada servilleta de Cruzcampo, un acuerdo por el que me comprometo a hablar de sexo en mi próximo artículo, dejando estipulado incluso el que será su título, homónimo que aquel famoso programa de televisión de los noventa: Hablemos de sexo.
Finalmente, rubricamos el pacto con un brindis. Y hasta el camarero promete comprar el periódico para que todos los clientes sean testigos del resultado del contrato. Nos despedimos hasta la semana siguiente. Mis amigos se marchan a sus casas con ciertas sonrisas maliciosas y las miradas pícaras de quienes saben que cumpliré mi palabra.
Pues bien, aquí estoy. Ningún tema me es ajeno. La literatura debe reflejar la vida, y sin sexo no habría ni la una ni la otra. Si hay que escribir de sexo, escribiré de sexo. Y no voy a andarme por las ramas. Iré al grano, al epicentro, a la guinda del pastel, al meollo del tema- Empezaré por el final: hablaré del orgasmo.
(Y, para introducir el tema, debo agradecer la inestimable ayuda de un libro entre muchos: "The science of orgasm", es decir, "La ciencia del orgasmo", del cual he rescatado para la ocasión una deliciosa definición básica y la sabiduría de siete teorías sobre sexo y salud que me gustaría --y deseo que todos los derivados de la palabra gusto sean bien acogidos en este texto-- compartir con mis lectores; en especial, por supuesto, con mis amigos y también con todos aquellos que echan de menos más sexo entre las heterogéneas temáticas de las que alguna vez ha tratado en esta Locura ordinaria. Pretendiendo, de paso, que tan sólo lo echen en falta como lectores).
La definición
El orgasmo puede definirse como el punto máximo de placer que experimenta una persona. (Donde se lee placer, entiéndase placer físico). Se consigue estimulando no sólo sus áreas genitales sino cualquier otra zona erógena, aunque a veces basta con mantener un pensamiento altamente placentero para alcanzarlo. (Cabe decir que la tercera posibilidad, a la que nombraré libremente como "la posibilidad de Santa Teresa", no está al alcance de todos). Y su manifestación se puede descubrir de forma individual o en pareja. (Aquí podríamos aceptar otras muchas variantes, pero no vamos si quiera a suponerlas).
Las siete teorías
Estos son, según mis anotaciones sobre este libro, los ocho últimos descubrimientos sobre el orgasmo como beneficiario de nuestra salud, obviando el ya consabido de la quema de calorías (tres veces más, por cierto, si lo experimentamos es en la ducha y no en su más clásico terreno de juego: la cama):
Para ellas:
1.- El orgasmo estimula ciertas hormonas femeninas capaces de rejuvenecer el aspecto de la mujer, nutriendo la piel y oxigenando el cuerpo.
Para ellos:
2.- Un estudio de diez años de seguimiento por parte de investigadores británicos contempla la relación entre orgasmos frecuentes (uno o dos por semana) y el índice de mortalidad en varones. Demostrando que los hombres que tienen orgasmos frecuentes corren un riesgo de muerte 50% más bajo que los hombres que tienen orgasmos con una menor frecuencia (menos de uno al mes).
3.- Estudios a 2000 hombres menores de 70 años por parte de investigadores australianos demuestran la conexión entre los hombres que eyaculan con regularidad (cuatro o más veces por semana) y una reducida incidencia del cáncer de próstata.
Para ambos:
4.- Otro tipo de investigaciones han defendido el efecto de atenuación energética y relajación natural que tienen en las personas la oxitocina y otras endorfinas que se liberan durante el orgasmo, así como los efectos protectores contra el cáncer y las enfermedades cardiacas de la dihidroepiandrosterona.
5.- El orgasmo puede aliviar fuertes dolores de cabeza, descongestionar la nariz y ayuda a combatir algunas alergias.
6.- En el momento del orgasmo, el cerebro se relaja con gran intensidad, favoreciendo la inhibición de malos pensamientos, recuerdos tristes y sensaciones de estrés y ansiedad.
7.- Un estudio realizado en la Universidad de Wilkes (Pennsylvania) observó que las personas que llegan al orgasmo asiduamente (cinco o más veces por semana) presentan en un 30% más un anticuerpo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Y para los que están pensando en el onanismo como método de salud placentero, agregaré un consabido octavo punto, muy importante: Llegar al orgasmo en pareja reprime la sensación de soledad y abandono. Y cito aquí uno de los más conocidos aforismos del poeta Vicente Núñez: ¡Oh sexo no engendrante, oh sexo como cura!.
En fin. Se me quejaba un buen amigo, entre cerveza y cerveza, de que mis artículos son demasiado culturales para su gusto. Deseo, al menos, que este le haya sido placentero.
 
 
Insisto en que este texto no es mío. Ya quisiera yo escribir así de bien. Es de Juan Manuel Díez y forma parte de su blog “Locura ordinaria”. Con esto cito la fuente (evitando así líos legales) y vosotros seguís pensando que yo soy una niña buena que sólo tiene pensamientos puros y buenas intenciones.
A mí que me registren.

ROSA
CON LETIZIA!!!


lunes, 13 de enero de 2014

RECOMENDACIÓN CULINARIA: NO TIRES LOS RESTOS DE VERDURA


Como consumidora habitual de libros de cocina  y lectora asidua de blogs culinarios, me he hecho con un sinfín de trucos en cuestiones de comida y alimentos. Muchas de las ideas que he ido recopilando tengo intención de ir contándolas en el blog, en ese apartado que tanto me gusta dedicado a las recomendaciones. 
Esta vez me he decantado por una idea del cocinero británico, mundialmente conocido,  Jamie Oliver.

Muchas veces tenía en la nevera restos de verdura que con el paso del tiempo se me acababan estropeando. Se trataba de restos pequeños que no me valían para cocinar nada importante y que terminaban en el cubo de la basura. Hete aquí, que un día leí lo que podía hacer con ellos y lo puse en práctica con resultados  muy  satisfactorios.

Se trata de convertir los restos de verdura en encurtidos. Yo suelo aprovechar cualquier tipo de verdura, desde zanahoria, pepino, cebolla, calabacín, coliflor, etc. La idea es cortar estos sobrantes antes de que se estropeen en capas finas, gruesas, etc. Lo ideal es cortarlas  en diversas formas irregulares. Incluso se puede optar con comprar cuchillos que dejen el corte de las verduras de manera ondulada.
Una vez cortada la verdura se mete en un recipiente hermético junto a  una taza de agua y dos tazas del vinagre que más nos guste, se añade una cucharada de sal marina y otra de azúcar, y se remueve hasta que esté todo completamente disuelto. Se puede añadir incluso alguna especia que creamos que va dar un toque de sabor a los futuros encurtidos, como guindilla, cilantro, etc..
Si utilizamos verduras rojas, como rábanos o remolachas es mejor usarlas en un tarro único, puesto que suelen teñir de color el "caldo" avinagrado.

Las verduras así metidas en el frasco pueden durar en la nevera mucho tiempo y se pueden utilizar en multitud de comidas, como en ensaladas, bocadillos, tablas de quesos, hamburguesas, pizzas, etc. Incluso el líquido que hemos creado puede servir para aliñar en un futuro cualquier comida que se preste a ello.

También es buena idea utilizar estos frascos herméticos de elaboración casera como un regalo cuando alguien te invite a comer, decorando el frasco con etiquetas hechas a mano. Es una buena idea para regalar  en vez de llevar la típica botella de vino, ¿no creéis?

jueves, 9 de enero de 2014

YO TAMBIÉN


Yo también pienso que la Infanta Cristina no es tonta.

Yo también creo que su marido sí.

Yo también pienso que a Miquel Roca le ha caído un marrón muy gordo.

Yo también creo que la Infanta Elena debería hacer algo con esas cejas.

Yo también pienso que a Mas se le ha ido la pinza.

Yo también creo que Gallardón no sabe de lo que habla. Ninguna mujer se toma un aborto a la ligera.

Yo también pienso que los políticos nos mean y dicen que llueve.

A mí también me dan repelús las manifestaciones en favor de “la familia”.

A mí tampoco me cae bien Rouco.

Yo también creo que el Papa Francisco se la está jugando.

Yo también pienso que a Mª Teresa Campos le cuesta mantenerse erguida con esos tacones imposibles. A veces ser femenina no compensa.

Yo también creo que Olivia Palermo debe ser sosa, sosa, sosa.

Yo también opino que salir de las drogas es más fácil que salir de Ikea.

Yo también creo que el hijo de Sara Carbonero debe ser mazo guapo.

Yo también creo que a Casillas le sienta bien el pelo injertado.

Yo también creo que los pantalones Slim Fit le hacen flaco favor a los hombres.

Yo también amo a Xabi Alonso. Aunque vaya de Slim Fit.



   
 Aquí, ojeando la prensa.


ROSA

 
 
 
 
 

martes, 7 de enero de 2014

HABLEMOS DE HUMOR

Una buena amiga mía me dijo en una ocasión uno de los mejores piropos que me han dicho nunca: "Contigo siempre me acabo riendo". Al principio me quedé sorprendida porque, como persona insegura que soy, pienso que nunca causo ninguna sensación en la gente. Pero por lo visto, sí que la causo, al menos en mi amiga Marta.

 No soy una persona seria, las cosas como son. Me tomo la vida con mucha pasión para lo bueno y para lo malo. Saco punta a todo y de todo hago un chiste pero esto también tiene su lado negativo. Tengo mucho sentido del ridículo y aunque me río hasta de mi sombra, a veces sufro el efecto contrario, que me angustio hasta de la misma sombra si hace falta.
Como profesional del humor (aquí ya me estoy viniendo arriba) he de decir que en el humor no todo vale, al menos de la forma en la que yo entiendo el humor que más o menos es la siguiente: 
Por ejemplo, no me gusta el humor escatológico: todo aquello que tenga que ver con caca, culo, pedo, pis no me suele hacer gracia. Y eso que una de mis mejores sesiones de humor y de risas desternillantes,  fue en un viaje que hice con Rosa a Londres, con el tratamiento que le dimos al estreñimiento de nuestros acompañantes. Pero ella y yo sí que sabemos tratar la mierda como dios manda.
VAMOS A IR RETIRANDO ÉSTO QUE A ROCÍO NO LE HACE GRACIA



Tampoco me suele gustar escuchar chistes. Y menos si los cuenta Paz Padilla.  No soporto los chistes largos que cuando llegan a su fin, mi estado de emoción es tal, que cualquier final que le den al chiste me sabe a poca cosa. Prefiero en todo caso los chistes cortos y absurdos, tipo: “Va un caracol y derrapa”.

El humor que más me gusta es el  absurdo, irónico, inteligente.
Me río mucho con las situaciones diarias, con las anécdotas que le pasan a la gente, o en general que me pasan a mí. Sin yo quererlo suelo ser la  protagonista de situaciones muy  raras que, si bien en su momento no tienen mucha gracia, con el paso del tiempo adquieren matices humorísticos. Suelo tener muy a menudo la risa tonta. Mi madre, cuando yo era pequeña, se enfadaba mucho conmigo cuando me entraba la risa tonta. Sobre todo, si era a la hora de comer. ¡Qué poca paciencia tenía mi madre!. A la de cambio me estampaba una bofetada en la cabeza y me decía: "o comes o la que me voy a reír soy yo". Luego recriminaba a  mi hermana, a la que previamente le había contagiado mi risa tonta. Normalmente estas sesiones acababan con nosotras en la cama, calientes (en el mal sentido de la palabra) y sin cenar.  Hasta me han echado   de clase en  la Universidad, por reírme de una profesora mientras daba clase de una asignatura poco entretenida. Y todo porque se le salía la hombrera de la camisa y le estaba llegando al cuello. Esta situación absurda acabó en una risa nerviosa de mi compañera y una servidora con la consiguiente invitación a salir de clase.
¡CUENTA EL CHISTE EN VOZ ALTA PARA QUE TODOS NOS RIAMOS!


Los monólogos me suelen cansar bastante. El canal de la Paramount Comedy casi nunca lo veo. Tienen que ser muy buenos para que me quede enganchada. No soporto cuando utilizan el humor escatológico o cuando hablan con palabras malsonantes para dar más énfasis a sus discursos. A mi me causan el efecto contrario, no me hacen puñetera gracia.  Mis monologuistas preferidos, por encontrar alguno,  son Iñaki Urrutia, Miguel Lago, David Navarro y Goyo Jiménez. Una muestra de un buen monólogo:  https://www.youtube.com/watch?v=4o3fUhm_z_o

Siempre he sido fan de “Martes y Trece”. Me encantaban, como supongo que a más de un español. Mi favorito, Millán  Salcedo. Su sola presencia en la pantalla de televisión ya me hacía gracia, sin falta de hablar o decir nada. Eso me suele pasar con ciertas personas, contadas con los dedos de la mano, pero hay cierta gente que con solo mirarlas  ya me levantan una sonrisa. Son gente que para mí estilan gracia, salero, desparpajo. Un jefe que tenía en la feria de muestras, de una marca conocida de coches, me producía este efecto, y mi amigo Mario cuando se pone en plan gracioso me hace morirme de risa.
Mario y  Rosa son los que tienen mi mismo sentido del humor. Las anécdotas más graciosas de mi vida las he compartido con ellos. No puedo expresar cual es la diferencia pero, aunque con el resto de la gente también me ría, no llego a tener la misma conexión. Que yo recuerde sólo me pasa con ellos dos.


No soporto el humor de Jose Luis Moreno. Lo siento, otra vez hablo de este hombre en el blog. No tengo nada personal con él, pero nada de lo que suele hacer me hace gracia. Ni sus muñecos, ni sus programas de fin de año, ni su “grupito” de teatro. No entiendo porque a mi madre le gusta “ Aquí no hay quien viva” o  como se llame ahora. Vale, lo acepto, le tengo cierta animadversión.
Tampoco suele ser partidaria del humor hiriente, del humor que tiene como base las desgracias de la gente, humor xenófobo, machista, etc. No me suele gustar. Es cierto, y no voy a ser una puritana,  que en alguna ocasión  me he reído con algún chiste de este tipo, pero por lo general me puede más el efecto dañino  que  el gracioso que se pretende dar. 

Mi serie de humor preferida por encima de todo es: “Friends”. Mi amigo Mario me ha dicho que vea: “ Como conocí a vuestra madre” y “Big bang Theory”. Me ha dicho que son incluso más graciosas. Algún día me pondré a ello.

Creo que deberíamos reírnos más de lo que solemos hacer. A veces tenemos problemas de fácil solución o al menos de poca envergadura y deberíamos tomarnos la vida con mayor tranquilidad y con más sentido del humor. Os aseguro que el hecho de que alguien me diga que se ríe mucho conmigo es el mejor piropo que nunca me hayan podido decir. ¿Empezamos el año con una carcajada?

ROCIO



jueves, 2 de enero de 2014

ESTADO DE BIENESTAR


   Llevo dos días sin salir de casa y aparte de un ligero tufillo a cerrado no se me nota nada. No he dejado de salir por falta de oportunidad, conste aquí, sino porque no me ha dado la gana. Me he quitado el pijama porque son fechas señaladas pero si no hubiera sido por eso, ni siquiera. Podría decirse que mi fin y comienzo de año han sido aburridos pero nada más lejos de la realidad.

  He jugado con mi hijo hasta hartarme. Hemos descubierto unos juegos on-line muy adecuados a su edad en la web www.elbuhoboo.com. Son muy entretenidos y sirven para familiarizarse con el teclado y con el ratón. También hemos hecho puzzles. Papá Noel le ha traído dos de los personajes de Cars. Cada uno tiene la friolera de 16 piezas!!! y el tío ya los hace solo en un pispás. Vosotros no me hacéis caso cuando lo digo, pero yo sé que es superdotado. Además últimamente está de dulce y cariñoso... Me muero de amor.


   He colocado armarios y cajones en casa. Esto, que a cualquier mortal le parece un coñazo, a mí me encanta. Soy ordenada, organizada y meticulosa, como una buena Virgo. Tanto que a veces me doy miedo a mí misma. El esfuerzo de ayer mereció la pena porque ahora están tan colocaditos que da gloria verlos. Me emociono.

  Mi madre hizo por primera vez arroz con bogavante y se salió. Yo le había regalado hace unos días un par de ejemplares estupendos y, aunque ella sopesó hacerse unos pendientes con ellos, yo la convencí para que hiciera un arroz. Después pusieron en Tele 5 "La Sirenita" y nos dió un poco de penica al ver a Sebastián, pero ya no había vuelta atrás. El arroz estaba magnífico. La cocinera protestó mucho mientras lo hacía porque mi padre le hizo perder la cuenta de los vasos de agua que echaba pero al final resultó perfecto. Es lo que tienen los grandes chefs que protestan si están contando y les interrumpes. Ya le habíamos dado una estrella Michelín por las albóndigas, pero ahora le vamos a conceder otra.

   He jugado a las cartas con mis padres. Al Chinchón. Mi padre nos desplumó a mi madre y a mí (jugábamos a céntimo el punto) pero fue divertido. Me reprochan que no me concentro suficientemente en el juego pero me resulta muy difícil cuando mi hijo juega al lado con su baraja de Dora Exploradora y de vez en cuando me entran en mi mano Swiper el zorro, Isa la iguana o el mono Botas. Así a ver quién es el guapo que se concentra.
   He visto “Enredados” y me ha parecido una obra maestra. Es fabulosa. Un diez le doy. Seamos generosos, mejor un quince. En mi opinión es la mejor de todas las pelis de Disney. Al lado de ésta las demás me parecen garrafón. Ahora quiero ser Rapunzel y canto "Brilla bella flor, dame tu poder" a todas horas.


  
  He terminado la última novela de Arturo Pérez Reverte. “El francotirador paciente”. Muy recomendable. Es un thriller bien escrito y de final inesperado. No voy a desvelar mucho sobre él pero diré que después de leer este libro aprendes a mirar los graffitis y a los graffiteros de otra manera.

He planeado un viaje a Venecia para el mes que viene. De esto no voy a decir más que aún está todo en el aire y luego se gafa.

He dormido la siesta!!! Un lujo que no siempre se me permite. Qué gustitoooo....

    Juegos con mi hijo, risas con mis padres, buena comida, un libro interesante, una película magnífica, un proyecto de viaje maravilloso, una siesta... Si es que, como dijo Borges, no hay día en el que no podamos pasar al menos unos instantes en el paraíso.

Feliz año nuevo a todos.


ROSA