Como
consumidora habitual de libros de cocina
y lectora asidua de blogs culinarios, me he hecho con un sinfín de trucos
en cuestiones de comida y alimentos. Muchas de las ideas que he ido recopilando tengo intención de ir contándolas en el blog, en ese apartado que tanto me gusta dedicado a las recomendaciones.
Esta vez me he
decantado por una idea del cocinero británico, mundialmente conocido, Jamie Oliver.
Muchas veces tenía en la nevera restos de verdura que con el paso del
tiempo se me acababan estropeando. Se trataba de restos pequeños que no me
valían para cocinar nada importante y que terminaban en el cubo de la basura. Hete aquí, que un día leí lo que podía hacer con ellos y lo puse en práctica con resultados muy satisfactorios.
Se trata de
convertir los restos de verdura en encurtidos. Yo suelo aprovechar cualquier
tipo de verdura, desde zanahoria, pepino, cebolla, calabacín, coliflor, etc. La
idea es cortar estos sobrantes antes de que se estropeen en capas finas,
gruesas, etc. Lo ideal es cortarlas en diversas formas irregulares. Incluso se puede optar con comprar
cuchillos que dejen el corte de las verduras de manera ondulada.
Una vez cortada la verdura se mete en un recipiente hermético junto a
una taza de agua y dos tazas del vinagre que más nos guste, se añade una
cucharada de sal marina y otra de azúcar, y se remueve hasta que esté todo
completamente disuelto. Se puede añadir incluso alguna especia que creamos
que va dar un toque de sabor a los futuros encurtidos, como guindilla,
cilantro, etc..
Si utilizamos
verduras rojas, como rábanos o remolachas es mejor usarlas en un tarro
único, puesto que suelen teñir de color el "caldo" avinagrado.
Las verduras
así metidas en el frasco pueden durar en la nevera mucho tiempo y se pueden
utilizar en multitud de comidas, como en ensaladas, bocadillos, tablas de quesos,
hamburguesas, pizzas, etc. Incluso el líquido que hemos creado puede servir para aliñar en
un futuro cualquier comida que se preste a ello.
También es
buena idea utilizar estos frascos herméticos de elaboración casera como un
regalo cuando alguien te invite a comer, decorando el frasco con
etiquetas hechas a mano. Es una buena idea para regalar en vez de llevar la típica botella de vino,
¿no creéis?