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jueves, 27 de junio de 2013

BRUCE IS PRINTING

   Como no pudimos ir al concierto de Bruce Springsteen de ayer en Gijón hemos mandado a un corresponsal. Se trata del novio/pareja/marido de Rocío, al que llamamos habitualmente NPM, que ha tenido a bien hacernos una crónica. El título que le ha puesto es glorioso.  Con esta corresponsalía iniciamos una nueva etapa en el blog: aceptaremos voluntarios que quieran ser nuestros colaboradores (podéis ir dejándonos vuestros currículums) y también aportaciones económicas para que podamos asistir personalmente a otros eventos. Ahí queda eso.



   No os voy a aburrir con el clásico post largo y lleno de datos  de Bruce Springsteen. Para ver su vida y obra ya tenéis la Wikipedia y cualquier diario digital para poneros al corriente de todos los datos del único concierto en España de su nueva gira. Datos de asistencia, de luz y sonido e incluso el listado de canciones con las que nos deleitó. Se dice  que  el motivo de que haya elegido esta ciudad  para dar este único concierto en nuestro país es un trato que hizo con su mujer y su hija el verano pasado. Su hija participó  en el concurso hípico internacional de Gijón y su mujer la acompañó y quedaron tan encantadas con el trato recibido, por parte tanto de las autoridades como de la gente  de Gijon,  que a su vuelta a Estados Unidos  el propio Bruce escribió una carta de agradecimiento a la alcaldesa. Él mismo lo reconoció ayer en mitad del concierto ante sus seguidores.  


      La primera vez que escuché a Bruce fue en el año 1985. Yo cursaba primero de BUP y recuerdo a los chicos mayores poner una y otra vez en el aula de música el álbum “Born in the Usa” que había salido a la venta hacía muy poquito tiempo y era un boom total. A mí, la verdad, es que no me decía nada su música (yo era y sigo  siendo muy fan  de Michael Jackson) pero no sé si de tanto escucharla o de ver en televisión el vídeo musical de la canción “Dancing in the dark” acabó entrándome. Comencé a comprar sus discos anteriores, todos y cada uno de ellos en vinilo que aún conservo, y empezó un idilio musical que me dura hasta el dia de hoy. Ha sido mi cuarto concierto, le he visto en las dos anteriores ocasiones que actuó en Gijón, en 1993 y 2003, y una vez en Barcelona, y he salido tan satisfecho como en los anteriores. Un derroche  físico y de voz (para la edad que tiene parece increíble que aguante ese ritmo), tres horas y media de concierto sin descanso, el público con un abanico de edades que iba desde los 15 hasta los 65 años, buen sonido y a pesar de estar un poco lejos, una realización impecable en el tema de las pantallas que te hacian no perder detalle, y sobre todo mucha interacción con la gente (hasta cuatro personas diferentes llego a subir al escenario) En muchas ocasiones se atrevió a hablar en castellano, en nuestro idioma dedicó canciones a Cáritas y a Proyecto hombre. Como anécdota decir que  su madre acudió al concierto, con 90 años, y el público la ovacionó antes del concierto.  Eché de menos al saxofonista de toda la vida de la E-Street Band, Clarence Clemons, que falleció hace dos años y era un pilar básico del grupo aunque su sustituto, Jake Clemons, (sobrino de Clarence) lo hace realmente bien.



 Esta vez invité al concierto a mi padre, dos generaciones diferentes  que en este caso coincidimos en gusto musical. El gusto musical, qué cosa tan subjetiva. Siempre he pensado y he dicho que yo no califico a los músicos de malos o buenos, los selecciono en función de lo que me hacen sentir cuando los escucho. Hay grupos considerados por la crítica como dioses a los que a mi particularmente no me dicen nada por mucho que los escucho, pongo como ejemplo a los Rolling Stones o a Bob Dylan, pero jamás se me ocurriría decir de ellos que son malos o que son una mierda. Simplemente no me llegan. Sin embargo  gente tan dispar como Michael Jackson, U2, Bon Jovi y el propio Bruce, por nombrar alguno de ellos, no sólo me llegan sino que alguna de sus canciones me ponen la carne de gallina, y eso es lo que me hace meter en un saco a unos y en otro saco a otros; es la prueba del algodón, si se me eriza el vello le doy mi ok.  Eso explica mi gran abanico en géneros en gustos musicales porque me va prácticamente todo: rock, pop, heavy, música española, música clásica, etc, etc.  Cualquier cosa que me haga sentir.  
   En resumen, que da gusto gastar el dinero en eventos de este tipo que te transmiten  tantas sensaciones diferentes. Larga vida al Boss. Bruce, te espero para la siguiente.

   Os dejo tres enlaces. Los dos primeros son del concierto de ayer en Gijón. En uno de ellos Bruce sacó a un chico al escenario versionando la canción "Waiting for a sunny day". El tercer enlace os recomiendo que lo veais y escucheis. Canción perteneciente al último álbum de Bruce, titulada "Death my hometown", con una letra reinvindicativa y muy acorde con los tiempos de crisis en los que nos encontramos. Fijaros en su significado, cuyo contenido está subtitulado en el propio video. Hasta la próxima!





ISRA

miércoles, 22 de mayo de 2013

CERRANDO ETAPAS


    Dice Paulo Coelho que “siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto”. Pues sí. Yo debo cerrar un capítulo de mi vida en estos momentos. Debo pasar página.
     A ver cómo lo explico. Soy voluntaria de Cáritas desde hace siete años. Los que me conocéis (y a los que no me conocéis ya os lo digo yo) sabéis que no comulgo con muchas cosas relacionadas con la Iglesia (paradógico: no comulgo con la iglesia) y desde luego no tengo una fe de las que mueven montañas, pero en esa época tenía tiempo libre, me apetecía hacer voluntariado con niños y me gustó mucho el proyecto que ellos desarrollaban. El TIC (siglas de Taller de Integración Cultural) es un centro que funciona por las tardes donde se ayuda a familias que deben dejar a sus hijos mientras sus padres trabajan, buscan trabajo o asisten a cursos de formación. En origen se creó para mamás inmigrantes de niños pequeños con problemas de integración, pero ya da cabida a todo tipo de familias que lo necesiten. Cuando yo empecé casi no había niños españoles y la mayoría eran africanos, sudamericanos o de países del Este. Ahora la cosa ha cambiado y la proporción está mucho más igualada. En la “Guarde”, así nos gusta llamarla, se juega con los niños, se las da la merienda, se les acompaña al parque y se les ayuda con los deberes. El equipo de voluntarios es muy variado: desde universitarios a maestros jubilados pasando por educadores sociales o amas de casa. Todos tenemos un denominador común: Nos gustan los críos y las actividades relacionadas con ellos. Lo mío está claro: soy una maestra frustrada. Me gusta explicar lecciones, hacer manualidades, preparar funciones de fin de curso, disfrazarme, cantar, colorear... Y también me gustan los bocatas de Nocilla, que es otra cosa muy buena que tiene la guarde.
    Ha sido una experiencia maravillosa aunque ya os imaginareis que no siempre fácil. Se coge un cariño inmenso a los niños, y sus circunstancias en algunos casos son terribles. No entro en más detalles, vosotros ya os hacéis una idea y yo no quiero que este post me salga triste. La otra cara de la moneda es la satisfacción de ver cómo los críos crecen y aprenden  aprovechando las oportunidades que se les brinda. Hacer voluntariado te aporta muchísimo, mucho más de lo que tú das. Si os lo estáis pensando, no lo dudéis. Buscad algún proyecto en el que os sintáis útiles y jamás os arrepentiréis.  Por motivos personales yo debo irme ahora, aunque me da mucha pena. Antes se fueron otros. Gente muy grande que lo dio todo para poner en marcha el TIC, para desarrollarlo y para que llegara a funcionar tan bien como funciona: Inés, Vicen, Jose, Mamen, Isa, Paqui, Carmen... Un abrazo enorme para todos.
  Parte de las voluntarias de la guarde son mis mejores amigas. El jueves pasado cené con ellas en un restaurante que se llama Gran Teatro y que está enfrente del ídem. Queríamos cenar  en la terraza, pero no pudo ser porque la noche salió fría y lluviosa (coyuntura ideal para regalar a Belén un paraguas por su cumple, que por lo visto le hacía mucha falta). La cena salió perfecta, las tapas muy ricas (el dueño del restaurante muy cariñoso y tremendamente atractivo, por cierto) y la compañía, como siempre, lo mejor. Faltaron dos de las imprescindibles: Isa y Pilar mamá. Se las echó de menos.
LAS CHICAS DE LA GUARDE
  Os daréis cuenta, al ver la foto, de que somos un grupo de lo más dispar. Eso es lo bueno. También veréis que se nos ve un poco borrosas. Eso es porque ya habían caído dos botellas de vino. Yo soy la más rubia, la que tiene falta de retocarse las raíces. Las otras son Belén, Pilar mi comadre, Pilar G. y Mamen, que contra todo pronóstico no sale haciendo el payaso.
   Les doy las gracias por todo: por el buen trabajo, por los buenos ratos, por las risas...Me enseñaron tantas cosas  y nos lo hemos pasado tan bien... Espero que nunca nos dispersemos, que sigamos juntas mucho tiempo porque hacemos un gran equipo. Mis amigas son de caramelo, de chocolate y gominola. De algodón de azúcar. 

ROSA