viernes, 22 de noviembre de 2013

HACIA BELÉN VA UNA BURRA

    No me gusta la Navidad. Vaya eso por delante. No me gustan las fiestas en las que te obligan a pasártelo bien por decreto y la Navidad es el más claro ejemplo de esto. Todos somos felices, todos estamos llenos de buenos sentimientos, todos mostramos nuestro amor, mucho ji ji ji, mucho muá muá muá... ¡Ja!. Y en abril puñaladas traperas. Este año, no obstante, prometo esforzarme y fingir ilusión y entusiasmo hasta el infinito porque mi hijo ya se va enterando de las cosas y creo que son unas fiestas para los niños, en los que ellos sí que disfrutan. Pobrecito, él no tiene la culpa de que su madre sea Ebenezer Scrooge, el personaje de “Un cuento de Navidad” de Dickens.




    La antesala de la Navidad siempre es la cena de empresa. Tengo una amiga que trabaja en una gran superficie comercial de origen francés (cuyo nombre comienza por Carre y termina por four) que me ha dicho que su cena es esta semana ya. Ni siquiera esperan al mes de Diciembre. Puede parecer precipitado pero si piensas que llevan vendiendo polvorones desde el día del Pilar, casi que lo ves normal. En esas cenas pasan muchas cosas (yo recuerdo algunas gloriosas) y de casi todas se termina arrepintiendo uno. Y es que el alcohol tiene un peligro... Uno que se pasa y le dice al jefe cuatro verdades a la cara, otra que se queda corta y se le ven las bragas y lo que no son las bragas, dos que terminan enrollándose en el váter para sorpresa de unos y cachondeo de todos... Un sinfín de acontecimientos. Al día siguiente te mueres de vergüenza y le echas la culpa al chachachá. No te queda otra.

    Después llegan las reuniones familiares. La Navidad es como la casa de Gran Hermano, lo magnifica todo. Conozco varias personas condenadas a juntarse con su familia (política o consanguínea) que antes preferirían romperse un brazo. Hermanos con relaciones más tormentosas que los de Pimpinela, primos que no pueden verse ni en pintura... Lo que recomiendo es pasar de todo, concentrarse en el plato y darle duro al langostino sin escuchar lo que dice el matao de tu cuñao. Yo paso de comidas especiales. Te gastas una pasta y encima engordas tres kilos. Este año le he pedido a mi madre que el día de Navidad haga cocido y en Nochevieja me parece el colmo del lujo cenar huevos estrellados con muchas patatas fritas. Estoy pensando que no sé si me libraré de engordar unos gramillos. Por cierto, para los que me seguís habitualmente y sabés que estoy haciendo dieta: ya he perdido cinco kilos. Aplausos y vítores.

  Siguiendo con mi espíritu antinavideño tampoco me gusta decorar la casa en estas fechas. Ni espumillón, ni bolas ni gaitas. Me consta que mi socia en esto del blog ya ha puesto el árbol en su casa. Alucino. Me ha mandado una foto que sin su permiso voy a publicar. Muy mono y muy elegante, pero estaréis conmigo que pelín adelantado. Yo me he comprado (por el niño, todo por el niño) el portal de Belén de Playmóbil. Todos los demás me parecen cursis. Viene con los personajes habituales y un angelote, tres borreguitos, una hoguera y una paloma que debe ser el Espíritu Santo. Lo que no trae es ningún caganet, qué pena, con lo que me gustan a mí los caganets.

 
 

    Estaréis conmigo que el tema del momento es el anuncio de este año de la lotería de Navidad. A estas alturas ya lo habréis visto todos. Montserrat Caballe tiene mirada de psicópata y a Rafael no le caben los dientes en la boca. Me dan mucho, mucho, mucho, miedito. Es verlo y un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Con deciros que al niño no le dejo que lo vea. En todas las redes sociales se oye un único clamor: Que vuelva el calvo.

www.youtube.com/watch?v=Iwk8-wDcaEc
 
    Como decía al principio, este año y los venideros prometo esforzarme un montón y hacer que mi hijo disfrute a tope. Pasearemos por la ciudad para ver la iluminación navideña (tanto en Gijón como en Cáceres), le llevaremos la carta con la lista de regalos al paje real del Corte Inglés, iremos a la cabalgata de Reyes y esa noche les pondremos en casa anís, galletas y cebada para los camellos (coño, ¿dónde se compra la cebada?). Esos son mis buenos propósitos navideños. Eso sí, no pienso cantar ni un villancico. Hasta ahí podíamos llegar. No soporto el momento ese en el que todo el mundo se pone en plan yomerremendabayomerremendé y lo dan todo agarrados a una botella de anís. A mí el único villancico que me gusta es éste:
 
www.youtube.com/watch?v=xbHI6nMsVHE
 
   Advierto que es muy bonito pero tremendamente pegadizo. También lo cantan juntos la calentorra de Maria Carey y Justin Bieber, pero como ambos me caen mal, me gusta más la versión de los Vázquez Brothers. No obstante, también pongo el enlace y se lo dedico al parejo de Ro.

www.youtube.com/watch?v=fGFNmEOntFA
 

   Os deseo que disfrutéis, en la medida de lo posible, de esta Navidad. Yo intentaré hacer lo mismo. A ver qué remedio.

ROSA

P.D. All I need for Christmas is you.




 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

CLAVES PARA MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD EN EL TRABAJO Y ALGUNA COSA MÁS.


 Este post se lo dedico al padre de Rosa que no le gusta nada de nada mis Beauty Consejos  y mis recetas.  Porque claro, son cosas de mujeres. Así que éste va por tí.
 A principios de este mes asistí a un speech muy interesante donde se nos daban una serie de claves para mejorar nuestra productividad y técnicas para captar  clientes y además conservar a los que previamente hubiéramos captado. Al margen de las ideas impartidas sobre esta temática, tuve varias revelaciones con respecto a  situaciones que son cotidianas en nuestra vida, pero que si no deparamos en ellas o nadie nos dice lo que son y cómo debemos afrontarlas  podemos vernos avocados en una espiral constante de frustraciones y "caminos sin salida".
  Son deducciones a las que llegué después de salir de la conferencia. Pero  tened en cuenta como siempre digo,  que no soy una profesional en psicología, ni en técnicas de autoestima y superación, y que al margen de las directrices que nos pueden ofrecer estos profesionales, yo he sacado mis propias conclusiones. Perdonad si cometo algún error terminológico. 


  Por ejemplo, estoy plenamente convencida que las hormonas dominan el mundo. En toda la charla que nos impartió sólo se oía la palabra "hormona". La utilizaba frecuentemente como fundamento de todas nuestras conductas, reacciones y "formas de ser". Yo esto lo tengo  comprobado por un episodio que ya conté alguna que otra vez que me pasó con Rosa. Cuando dio a luz, no paraba de llorar. Y eso que a estas alturas ya  sabréis que es una tía optimista, segura de sí misma y superalegre. Pues bien, no paraba de llorar. Conclusión: las hormonas le estaban dominando, y ante eso nada podía hacer.  El conferenciante por ejemplo nos explicó, en relación con las hormonas,   que las mujeres nos pasamos todo el día peleando con diversas cosas tanto laborales como personales. Sobre todo mujeres que tienen el mismo trabajo que yo, o trabajos en los que tienes que estar cara al público. El ir todo el día "a cien", nos hace generar la hormona de la Testosterona. Esta hormona no es propia de la mujer, sino del hombre, por lo tanto nos estábamos alimentando de la misma cuando en realidad lo que tendríamos que hacer es alimentarnos de la Oxitocina, que es la hormona del amor, la que combate el estrés, fobias, etc. Por eso nos aconsejó a todas las mujeres que después de un día duro nos proporcionáramos placeres que nos hicieran sentir bien, (habló de masajes que es fuente por excelencia generadora de oxitocina), y así combatiríamos el estrés y el estar siempre amargadas, tristes o cansadas. Yo ahora cuando llego a casa y veo que lo que tengo en casa me sigue generando estrés, me pongo a escribir en el blog, que me proporciona una fuenta inagotable de oxitocina. También nos habló del cortisol, como una hormona mala que puede llegar incluso a provocar Alzheimer, y nos la genera el exceso de estrés. Aunque también comentó que el estrés es bueno porque nos ayuda a mantenernos alerta, que lo que era malo era el disestrés, cuando estábamos en un cajellón sin salida, y esto era lo que provocaba la hormona mala del cortisol. Y así un sinfín de ejemplos.
¿Por qué a los españoles nos cuesta mucho decir lo bueno que tenemos, decir nuestra mejores cualidades y manifestarlo públicamente? Nos comentaban en la conferencia que en USA , cuando alguien destacaba en algo lo elogiaban, y si alguien mostraba sus cualidades a los demás no se le criticaba y sí se le veneraba. En España nos cuesta mucho decir que es lo que somos y  en qué destacamos. Creo que la  sociedad española valora demasiado la humildad y eso unido con un arraigado sentimiento de envidia, hace que seamos una sociedad mediocre en muchos aspectos.
ASÍ ME GUSTA HOMER...
Algunas de las conversaciones más importantes de tu vida las tendrás contigo mismo. Es cierto, a veces sólo queremos que alguien nos abra los ojos o nos diga las cosas. Y no nos damos cuenta que los problemas se resuelven hablando con nosotros mismos. Cuantas veces hemos oído: “Como no se de cuenta él/ella (…)”, “si no sale él /ella de esa historia (…)”,” como no quiera él/ella…”.  Muchas veces tenemos que hablar con nuestra conciencia y con nosotros mismos, para darnos cuenta de lo que somos, de nuestros errores, de nuestras virtudes  y de los objetivos que nos proponemos y si podemos llegar a cumplirlos. A veces exigimos demasiado a nuestra conciencia, por ello tenemos que parar para hablar con ella y darnos cuenta de lo que estamos haciendo mal y que a veces tenemos que ponernos límites. 
A lo anterior hay que sumar que  tenemos que empezar a darnos cuenta que  a la gente le importamos “un pimiento”.  A veces esperamos a que la gente nos elogie, y hay que primeramente autoelogiarse. Porque sobre todo en nuestro país no podemos esperar  a que la gente nos anime, nos elogie, o nos diga lo bueno que somos y aplaudirnos por nuestro logros.  Nosotros debemos de hacerlo con nosotros mismos. No hay mejor cosa que tener una alta autoestima y darte pequeñas recompensas por los logros, sin esperar a que nadie lo hago por nosotros. Evitaríamos con ello muchas frustraciones. Debería haber una asignatura en la enseñanza obligatoria referente a la formación del ser humano en el arte de la vida. La falta de esta asignatura en palabras del conferenciante provoca " que se tomen más orfidales que caramelos, la vida debería de ser dulce y no amarga". 

SPAIN IS DIFFERENT
   Por último se nos dio unas claves para conseguir ser personas más productivas y para que doña Ángela Merkel no se sorprendieran a ver un país como España donde se hacen más horas que en el resto de Europa  (a excepción de Grecia)y se produce menos que en ningún otro sitio. ¿Sabéis que persona es más productiva en el trabajo?. Al margen que penséis que es la que más trabaja, la productividad no implica hacer más, sino hacer aquello que hemos decidido hacer y hacerlo bien. Creo que la clave para mejorar en el trabajo es ser una persona organizada, y de ello dependerá nuestra productividad. Pero entiendo que estas claves se pueden aplicar a cualquier estamento de nuestro vida diaria, y con ello no sólo mejorar nuestra metas laborales, sino también personales, familiares e incluso sentimentales.  Para ello se nos dieron, entre otras, estas pautas:
1.       Organizar la semana  previamente: si tenemos poco tiempo y muchas tareas lo primero que tenemos que hacer es la tarea más importante y esencial y dejar para lo último la menos importantes: uno de los peores usos del tiempo es hacer muy bien lo que no es necesario hacer.
2.       Tienes que mentalizarte que todos los planes o tareas que tienes programado hacer no los vas a conseguir (otra vez hablar con nuestra conciencia): Por eso has de elegir las más importantes. El estrés viene cuando no consigues los objetivos que tienes programados y esto no es justo para tu salud. Tienes que hablar con tu conciencia y decir: el objetivo de estar siempre  al día es una presión innecesaria, hoy haré sólo lo necesario e importante. NO crear expectativas que no se van a cumplir.
3.       Tener una mesa de trabajo limpia. Cuando estamos con una tarea importante, no debemos dejar en la mesa nada más que lo que estamos haciendo. El resto de cosas nos hace perder la concentración, y debemos de saber que nosotros tardamos 20 minutos en recuperarla. Por eso si dejamos papeles que nos recuerdan a otras tareas, un móvil que suena, o una agenda que nos recuerda lo que nos queda por hacer, lo que hacemos es perder la concentración y alargar el tiempo para finalizar nuestra principal tarea.
ASÍ LO ÚNICO QUE VAS A PRODUCIR ES GANGRENA
4.       Potencia lo que mejor sabes hacer: al final la ley de la compensación no actúa sobre el que más trabaja sino sobre el que mejor hace lo que hace.
5.       Nos debemos automotivar constantemente: Ro, Ro, Roooo ¡Tú puedes!.

6.       Hacer primero la tarea más difícil: cuando dejamos para mañana lo que no nos gusta, acabaremos con esta tarea postergada día tras día. Y cada vez nos dará más pereza empezarla. Elegir un día de la semana para hacer aquellas tareas que no nos gustan y hacerla. Sin pensar. Al final del día tendremos tiempo para hacer lo demás y de una manera más relajada
       
     Os podría contar muchas más cosas, pero no quiero extenderme mucho más, si estáis interesados en la persona que me ha hecho pensar en todas estas cosas a continuación os voy a pasar su enlace. Yo salí de la charla supermotivada y a raíz de esto os comentaré que SOY SUPERINTELIGENTE, AMABLE, HONRADA, GRACIOSA y SALEROSA y que ahora mismo me voy a hacer un masaje pero primeramente voy a comer un trocito de chocolate que es lo que más placer me da después de un día de mucho trabajo...             http://www.juliogarciaramirez.com/
              
        ROCIO



lunes, 18 de noviembre de 2013

SENSIBILITY

            Cuando me quedé embarazada desarrollé una sensibilidad extrema muy extraña en mí. No me refiero a una sensibilidad corporal a los cambios climáticos o una sensibilidad extrasensorial para comunicarme con espíritus y almas errantes del más allá, no. Me refiero a una sensibilidad emocional de esa que te hace soltar una lagrimilla de vez en cuando y sobre todo, cuando menos te lo esperas. Cosas o acontecimientos que antes no me provocaban ni el más leve estremecimiento, me conmovían hasta el infinito en aquellos meses. No es que yo sea una tipa dura, es que antes no me daba por llorar. Todo es debido a la revolución hormonal y entra dentro de la normalidad. Así me lo explicaron y yo me lo creí.

            La primera vez que noté esta sensibilidad inusitada fue en la primera cita con el tocólogo una vez supe que estaba embarazada. De aquella visita recuerdo dos cosas importantes: La primera,  la alegría cuando pronunció las palabras “Feto único”. El alivio y la tranquilidad que yo sentí son indescriptibles. Si me dice que son dos, allí mismo me da algo. La segunda fue, claro está, la ecografía: El médico encendió aquel aparato y, aunque vivedios que me esforcé sobradamente, no fui capaz de distinguir nada. Qué frustración. Sólo intuía manchurrones blancos y negros sobre un fondo que se me antojó parecido al manto de la Virgen del Pilar y, por más que me fijaba, no era capaz de ver a mi futuro bebé. En esos pensamientos estaba inmersa cuando de repente, ay amigo, el ginecólogo conectó el sonido y se oyó su corazón, pillándome por sorpresa. Para los que no hayáis pasado por esta experiencia os diré que no es un pom, pom, pom sosegado y tranquilo como el que se espera una embarazada primeriza, es un tocotótocotótocotó agitado y nervioso que parece un caballo desbocado. Y entonces, cuando oyes ese sonido, te percatas de que es cierto, que no había un error en los análisis, que hay una vida dentro de ti y que vas a ser madre. Y lloras un poco. O un mucho, según. A mí se me llenaron los ojos de lágrimas y a través de aquella cortina acuosa me pareció distinguir la figura de una alubia chiquitina. Pensé “Coooooño, a ver si esto es como las láminas del Ojo Mágico, que cuanto peor enfocas mejor ves el dibujo”. 


            Es posible que lo que acabo de relatar os parezca motivo suficientemente emocionante para soltar alguna lágrima, pero lo cuento como el origen del hecho. El génesis. A partir de ahí, a partir de escuchar aquel tocotótocotótocotó, he pasado a ser una más de esas personas ñoñas y sensiblonas tan criticadas por mí en otros tiempos. Las aguas no volvieron a su cauce una vez finalizado el embarazo. Las hormonas no se debieron estabilizar de nuevo porque sigo en el mismo plan. Rompiendo a llorar de vez en cuando por el motivo más insignificante y alucinando pepinillos cuando me  pasa. Reconozco que, como me da un poco de vergüenza, me escondo. Bajo la cabeza y corriendo busco un pañuelo para sonarme los mocos. No soy mujer de exhibir mis debilidades pero a veces es inevitable que me descubran. Como a la Infanta Elena cuando, embargada por la emoción, veía cómo su hermano abanderaba a España en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Cómo lloraba la pobre, con dos enormes velas colgando de la nariz. Por cierto, he intentado poner una imagen ilustrativa de aquél momento y no la he encontrado por ningún sitio. Debe haber sido censurada. 

            No sólo lloro con los anuncios del Almendro en Navidad o con los de la Lotería, siempre tan emotivos, también lo hago con los de La Piara, los de los quesitos Minibabybel y los de Seguros Ocaso.  Me enternecieron sobremanera las imágenes de Emilio el Barrendero de Valverde  (Madrid) jaleando a los niños a la puerta del colegio Las Tablas. ¿Os acordáis? Él les preguntaba desde el otro lado de la verja del cole “¡¡¡¿QUIEN VIVE EN LA PIÑA DEBAJO DEL MAR????!!!” Y los críos, todos apiñados asomándose entre los barrotes, contestaban entusiasmados “¡¡¡¡BOB ESPONJAAAAA!!!”. Qué momento. Pues ese es un ejemplo. Ahí estaba yo hecha un mar. Aún ahora, cuando lo recuerdo, me emociono.




www.youtube.com/watch?v=hVJ2PgHpa0




            Otro ejemplo: He visto la película “Love Actually” diez veces. Me gusta el cine inglés en general y el de Richard Curtis en particular (Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill...). Siempre son historias chulas, enternecedoras y divertidas con personajes extravagantes y peculiares. Bueno, pues como decía, habré visto Love Actually unas diez veces. La primera vez sola y las otras nueve para enseñársela a algún amigo o amiga. (“Verás qué peli más chula”, “Te va a encantar”, etc.). Pues en cada una de esas ocasiones he llorado exactamente en el mismo fragmento de la cinta. Resulta lógico que cuando una escena te emociona llores las dos o tres primeras veces, no? Pero... ¿¿¿diez???. Pues eso me pasa. Para los que tengan curiosidad diré que es cuando el niño corre y corre por el aeropuerto para despedirse de la niña que le gusta. No sé si es por la cara que pone el muchachín o por la música que suena o por qué, pero halaaaa. Las últimas tres veces, lo advertí previamente. “En breve, voy a llorar”. Como puedo preverlo, me gusta avisar. 


            El miércoles pasado, aprovechando el día del espectador (3,50 € la entrada!!!) y que ponían“Una cuestión de tiempo”, la nueva película de Curtis, a las 17,30 (hora que no interfiere con horarios de comidas de mi hijo) invité a mi madre al cine. Tengo unos detallazos... "Verás qué peli más chula. Te va a encantar", le dije. Efectivamente no me equivoqué. Ella ya estaba entusiasmada desde el mismo momento en que le propuse el plan, así que fue público fácil. Desde aquí mi agradecimiento al abuelo de la criatura que hizo de eficiente canguro. Muchas gracias y muchas veces, papi.


            La película no defrauda. Es divertida, entretenida y muy, muy emotiva. Desde aquí la recomiendo encarecidamente. Huelga decir que servidora terminó con la cara como un río y aferrada a un kleenex como si no hubiera un mañana. Ojo, no es de pena, es una película enternecedora que te toca la fibra, pero sales del cine con muy buen rollo y muchas ganas de dar besos y abrazos a todo el mundo. Eso siempre es de agradecer. 



            Y así ando, llorando y jimplando (preciosa palabra extremeña) todo el día. Sensibilidad, ternura y emotividad. No son malos temas para comenzar la semana. A veces, aunque de eso no me gusta hablar, también tengo otro tipo de sentimientos mucho más oscuros. Cuando oigo cómo unos padres tramaron el asesinato de su hija adoptiva, cómo un padre mata a sus dos hijos pequeños para vengarse de su mujer o cómo un padre viola a su hija adolescente, también se me llenan los ojos de lágrimas. Lloro y secretamente les deseo una muerte lenta y terriblemente dolorosa.


ROSA

viernes, 15 de noviembre de 2013

MINI BOMBAS FRITAS

   Cuando Rosa vuelva a Gijón le he prometido que vamos a desayunar juntas. A las dos nos encanta el momento del desayuno. Yo siempre he dicho que cuando tengo "algo" rico para desayunar me levanto de mejor humor e incluso soy capaz de madrugar para fabricar algo diferente y deleitarme después con su sabor. Aunque sea a las seis de la mañana. No es la primera vez que pongo el despertador para dar el último pliegue a los croissants o el último amasado para el  Monkey bread. 
   Este último fin de semana tenía visita en casa de mi sobrina, y preparé uno de sus postres favoritos: las bombas de confitería. Y como no, en el blog de Kanela y Limón, al que estaré abonada de por vida, encontré la receta. Vayamos con ella: 
Ingredientes:
  • 120g de leche entera
  • 12 gramos de levadura fresca de panadería 
  • 2 huevos medianos
  • 40g de azúcar
  • 400g de harina
  • 4g de sal
  • 80g de mantequilla a punto pomada
Además:

Preparación: 

Como casi todas las masas empezamos con el famoso volcán. Preparamos el volcán con la harina y demás ingredientes secos. Dentro del volcán introducimos la levadura, previamente la habremos desleído en la leche ( a ser posible en leche tibia) y los huevos. En este primer paso no echaremos todavía la mantequilla pomada.  Amasamos. Una vez que hemos amasado con contundencia , pero con mucho amor, añadimos la mantequilla que esté deshecha pero por haber estado a temperatura ambiente.  Seguimos amasando. Una vez hecha la bolita de masa, la colocamos en un recipiennte untado de aceite, lo tapamos con papel film y esperamos a que aumente su tamaño. 
Cuando la niña se nos haya hecho grande, espolvoreamos la mesa de harina y extendemos la masa con la ayuda de un rodillo, dejándola apróximadamente  con un grosor de 1 cm. Con ayuda de un corta pastas circular, o molde para pastas o similar cortamos círculos del tamaño deseado. Yo quise hacer mini- bombas, porque así en vez de comer una entera, comemos cinco y nos sentimos igual de mal.  Una vez hechas las formas circulares las tapamos y esperamos a que de nuevo aumenten el doble de su volumen. Llegados aquí os comentaré una cosa, en la foto me han salido un poquito irregulares, todo debido a las prisas. La sobrina no paraba de decirme: "Tata, ya podemos comerlas" "Tata, ¿están ya?", y con ánimo de acabar cuantos antes, me salieron algunas de forma hexagonal. Pero estaban tan ricas, que ninguno deparó en la imperfección de la curva. 



EL PLATITO ES DE AZÚCAR Y CANELA, PARA LUEGO REBOZARLAS.





Por último,  freímos en aceite ni muy caliente (porque sino se queman), ni muy frío las bolitas de masa. Las doramos por ambos lados para que vayan cogiendo color. Y una vez fritas, las sacamos a un plato con papel de cocina para que  se absorba el exceso de aceite. Inmediatamente las rebozamos en azúcar con canela, para que, al estar caliente la bomba se adhiera mejor el azucanela.

 Una vez que estén frías, introducimos con ayuda de una jeringuilla de cocina lo que más nos guste: o bien crema pastelera o bien nata o bien chocolate. Esta vez me decante por las dos primeras, y no lo hice  con una jeriguinlla de cocina, sino que simplemente les dí un corte a la mitad y unté las cremas indistintamente.


  Os puedo asegurar que una vez hechas, no duraron en la bandeja ni dos segundos. Este  fin de semana las voy a volver a hacer. El éxito está garantizado. Buen fin de semana a todos. 


ROCIO

miércoles, 13 de noviembre de 2013

CARTA A MR. CIRUS


Estimado Billy Ray:

ANTES
   El motivo de esta carta es expresarte mi más profundas condolencias por los recientes acontecimientos acaecidos con tu hija. Entiendo que tienes que estar pasándolo mal y de verdad te deseo que pronto encuentres la paz espiritual, la fuerza y la resignación necesarias para afrontar lo que se te viene encima. Se lo diste todo, quizás demasiado apunto yo, y mirá cómo te lo paga. Tú dices que sigue siendo tu niñita, tu Hannita Montana, pero ella... no sé cómo decirte, está “madurando” (nótese la ironía al entrecomillar la palabra) muy deprisa.

DESPUÉS
Primero fue cambiarse el nombre. Miley Cirus tenía más tirón y además rompía con su pasado angelical de comportamiento modélico. Si antes lo único que le permitía el pudor era ponerse y quitarse la peluca. Después llegó el cambio de imagen radical: Corte de pelo, escasez de ropa, maquillaje agresivo y actitud de guarrilla descarriada. Ver para creer las imágenes en actitud calentorra que la niña nos ofrece. Ora me arriman la cebolleta mientras canto una canción, ora me restriego la flor de loto con una lata de Coca-Cola, ora enseño un pezón y la mitad del otro... Que alguien me explique por qué esta chica lleva siempre la lengua fuera, por favor. Lo último, fumarse un porro en el escenario de los premios MTV celebrados en Amsterdam. Holanda es lo que tiene.
 
 

No sé cual es el origen de estos desórdenes. Los artistas son gente variopinta, por todos es sabido. Imagino que para estar en el candelero de la industria musical es necesario provocar el escándalo, que hablen de ti aunque sea mal, y demostrar al mundo que eres una señorita de hábitos frívolos y vagina ligera debe ser el “novamás” para vender discos. La fama es así, tú lo sabrás mejor que nadie.



    En cualquier caso, yo te aconsejaría que tuvieras una conversación seria con tu hija y sobre todo que la cuides mucho, que falta le hace. Me da a la nariz que de mayor quiere ser Madonna y va por el camino de ser Amy Winehouse. Como le oí a alguien en una ocasión, quiere ser mierda y se va a quedar en pedo.

   Mucha suerte, Billy Ray, desde aquí te la deseo. Sospecho que la vais a necesitar.
 

ROSA