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martes, 18 de junio de 2013

LA CRESTA DE PLATA

  Hace poco más de dos años conocí a una mujer que en cierta manera cambio varias cosas en mi vida. No penséis que son cosas trascendentales . No hizo que naciera en mi un nuevo aura en pro de la defensa de la justicia en el mundo, ni me hizo encontrar mi "yo" interior, ni nada de eso. Sigo siendo la misma persona simple de siempre, (aunque ahora eso sí, con blog).
  Esta señora en cuestión fue mi profesora de inglés. Carmen, que así se llama, además de enseñarnos una nueva forma de estudiar este idioma, mucho más interesante y enriquecedora que lo que hasta ahora había experimentado, nos dio a todos unas lecciones de vida de esas que hacen remover las conciencias. Pero aparte de todo esto, a mi personalmente me enseñó una cosa más: a hacer pan (ya os dije que no era nada trascendental).
  Un día cualquiera, al acabar la clase, y debido siempre a mi tardanza en guardar el material escolar (que si el libro de inglés, la libreta, ¿dónde puse el boli?, ¡ay,el paraguas!...etc), me quedé unos minutejos más hablando con ella. Me dijo que tenía un blog de cocina, que no lo decía mucho, pero que era un hobby de hacía varios años y que le reportaba sensaciones muy gratificantes. Me dio su dirección de blog. Y claro, desde que accedí a él me quedé enganchada. Me encantó. Días después y viendo que tenía muchas recetas de pan con un aparato que llamaba "panificadora", decidí preguntarle qué era eso de la panificadora. Me dijo que estaba genial y que hacía panes de muy diversos sabores e ingredientes. Que si pan de pipas, pan con nueces, pan integral, pan de molde, pan con pepitas de chocolate y que no fuera tonta, que si me aventuraba a comprar una que la pillara en el lidl, de la marca "silver crest", que costaba unos cuarenta euros e iba de maravilla.
 ¿El lidl?. Para mi este supermercado era totalmente desconocido. No me gustó nunca como está organizado, ni  me interesaban los productos que vendían, excepto el chocolate, que alguna que otra vez entraba a comprar las tabletas verdes de la sección de chuches, pero eso  os lo contaré en un futuro post de recomendaciones. Miré en internet otras panificadoras y todas ellas no bajaban de los doscientos euros. Así que esperé nada más y nada menos que seis meses (que es lo que suele tardar) a que saliera a la venta la panificadora Silver Crest. Mientras tanto me hice ducha todas las semanas en ver las ofertas que salían de los productos  del lidl, y me hice experta en compras low cost de varia mercancía lideliana de mucha utilidad. Que si buscaba mantita para el perro, esperaba a las ofertas del día de la mascota del lidl  y ahí la tenía de lanita y por cuatro euros, que si necesitaba unas tijeras podadoras para cortar las ramas de mis manzanos, esperaba al día del jardín del lidl y me  pillaba por once euros unas tijeras podadoras telescópicas y de paso unos guantes, y una regadera por otros cinco euros más. A mi npm, le gusta mucho el día del bricolaje, porque tiene un montón de cosas para los apañaos y manitas en casa.
 Os aconsejo que entréis en la página del lidl, (http://www.lidl.es/cps/rde/xchg/lidl_es), poneis vuestro código postal de la zona donde vivís y os saldrán los lidls más cercanos y las ofertas que hay en toda la semana. Pienso, desde mi experiencia personal, que son productos  baratísimos, y buenos. Mi madre compra ya hasta textil y lo peor de todo, como no tiene internet en casa, viene a la mía con la sola finalidad de ver las ofertas pasando completamente de nuestro blog. Ya le diré ya.
LA GRAN Y AUTÉNTICA PANIFICADORA

  La marca Silver Crest, en cuestión de aparatos electrodomésticos, se podría decir que es buena. Al menos, a mi me ha dado muy buen resultado.  Mi panificadora ya va por el segundo año de vida, y sigue funcionando como el primer día. También son productos muy completos, a pesar de ser bastante más baratos que los homólogos de otras marcas. Además sé que con el ticket de compra del lidl, tienes una  garantía de tres años, que te permite incluso devolver el aparato si no funcionase o si te faltara alguna pieza. Y sé de muy buena tinta que no hay mayores problemas para efectuar dicha devolución.

   De la panificadora qué os puedo decir... es estupenda. Al día de hoy tengo ya muchas recetas  para hacer pan de todo tipo. No tienes problemas con el amasado, porque en principio siempre te va a salir bien, e incluso se puede hornear en el interior. Yo suelo hacerlo en el horno convencional,  puesto que así  puedo dar al pan diferentes formas a la que te sale si utilizas la panificadora lidl. También te sirve para hacer otro tipo de masas para postres diversos. Y lo mejor de todo, también hace mermeladas. Me imagino que estará a puntito de salir de nuevo en las ofertas del supermercado. Yo no podría ya vivir sin ella.

LA HELADERA

    Posteriormente me compre todo tipo de aparatos electrodomésticos con los cuales estoy supercontenta. Que si la licuadora para hacer batidos. Que si la sandwichera, parrillera y gofrera (3 en 1)  para hacer sandwiches, sardinas a la plancha y gofres, que si la heladera para hacer helados. Y todo ello lo uso frecuentemente, no hay una sola semana que pase sin sacar un Silver Crest, y vuelvo a decir que son electrodomésticos muy baratos, prácticos y relativamente buenos.


EL TRES POR UNO

LA LICUADORA A PLENO RENDIMIENTO



  Bueno gente, me voy despidiendo porque  me ha pitado la panificadora para anunciarme que la masa ya está hecha, y mi npm me está gritando que la fruta ya está metida en la licuadora y que deje de escribir en el blog. Guardaré un poco de lo que salga para hacer un helado con la heladera. ¿Y qué cenamos hoy?. ¿Sacaré el tres por uno para hacer unos ricos sandwiches?. Uy! como me ha cambiado la vida la cresta de plata!!

ROCIO



jueves, 16 de mayo de 2013

LAS CHICAS DE LA CÁMARA



   ¿Habéis ido alguna vez a la Feria de Muestras de Gijón? Me imagino que los que sean asturianos, de Gijón e incluso de gran parte de León habrán ido no sólo una vez, ni dos, sino muchísimas veces, más bien todos los años. (Por cierto,  que ingenua soy al  pensar que nos leen desde tantos sitios, pero que sepáis que tenemos lectores rusos, que lo vemos por los entresijos del mundo blogger ¡!Hello Russia!!.)  
   A pesar de ir tantas veces a esta Feria, los gijoneses siempre decimos que “este año no vale para nada” o que “es siempre lo mismo”. Pero ahí estamos año tras año, haciendo cola para coger el famoso bocadillo de calamares que a estas alturas ya será sucedáneo de calamares o el típico sándwich de San Martín  para después irnos al Pueblo de Asturias a comer las viandas y descansar un poco del bullicio del recinto ferial.
   Pero es que la Feria es mucho más que eso, y hay muchas actividades que la gente no conoce y que se suceden en distintas partes del  complejo: conferencias en el interior del Palacio de Congresos, visitas de personajes notorios, exposiciones de productos de nuestro país y de otros lugares del mundo (¡Viva Rusia!), y un sinfín de actividades más que las meras culinarias y a las que se presta en general todo el mundo.
  La Feria de Muestras empieza siempre el primer fin de semana de Agosto y  cuando acaba, para muchos gijoneses acaba el Verano. Mucha gente joven, meses antes, intenta echar sus currículos o recurre al enchufe, para poder trabajar durante los quince días que dura la feria y ganarse unas pelillas y de paso vivir una experiencia divertida y  diferente.
  Y ahí estaba yo, con 21 o 22 años, trabajando en el stand de los coches Mazda, porque no me querían en el de Cafés Oquendo (al que sólo iban  las chicas guapas y saladas), repartiendo publicidad a diestro y siniestro. Ésta sería mi primera experiencia laboral que duró ininterrumpidamente hasta que colgué el uniforme de azafata para ponerme la toga que por aquel entonces ya me empezaba a quedar muy bien. 
 Leí o me dijeron una vez que a la archiconocida Mercedes Milá  le preguntaron en una entrevista sobre el mejor trabajo que tuvo antes de ser periodista y contestó que sin lugar a dudas  el de  AZAFATA DE CONGRESOS. Pues bien, es lo que fui yo desde esa primera experiencia en la feria de muestras, que vinieron muchas más, e incluso me llegaron a contratar durante todo el año natural, como eso, como AZAFATA DE CONGRESOS  (a las de café Oquendo no les brindaron esa oportunidad, ohhhh).
   Tengo muchos recuerdos de esos años, que fueron años de juventud, los mejores de mi vida, algunos buenos y otros no tan buenos, pero siempre vividos con ese espíritu inocente  tanto para lo bueno como para lo malo. Y aquí es donde conocí a las “chicas de la Cámara”, las azafatas de la Cámara de Comercio de Gijón. A día de hoy seguimos siendo muy buenas amigas, aunque ya no nos vemos tanto  porque el paso de los años nos hace tener cada vez más responsabilidades y menos tiempo para nosotras.
ESTAS SON LAS CHICAS DE LA CAMARA. DETRÁS DE LISA SIMPSON SE ESCONDE UNA DE ELLAS.

  Recuerdo las horas que estábamos de pie cuando teníamos que hacer algún congreso, y lo bonitas que salíamos de casa con nuestro uniforme impoluto, la melena  recién lavada y el pañuelo tieso y atado al cuello; pero cuando acababa el día a eso de doce horas después, teníamos los pies hinchados y cansados, la cara brillante de sudor, los ojos enrojecidos y el pañuelo en posición más bien de ahorcarte que de adornarte. Y el pelo… buff… el pelo despeinado e incluso sucio, porque la moqueta de las salas en la que se celebraban los Congresos hizo muchísimo daño a nuestro pelo!! Las moquetas nunca fueron buenas para el cuerpo!!.
   Me acuerdo de mi Cris, que siempre llevaba los dedos de los pies con tiritas, mejor dicho con inverosímiles tiritas, porque ella siempre fue pionera de este material. Siempre iba a la última en cuestión de tiritas, sobre todo cuando trajo aquel revolucionario "Compeed" nuestros pies pasaron épocas de gloria. Y cómo se conocía la Cris la feria… madre cómo se la conocía…
   Y también me acuerdo de Diana. Un día en la recepción de un congreso que se estaba celebrando, creo que de Médicos, aburridas de esperar a que se abrieran las puertas, cogimos los micrófonos (que tenían conexión con el interior de la sala y que creímos cerrados) y nos arrancamos a cantar por David Bisbal. Esto terminó con mi falda rota al intentar emular al almeriense y con una bronca de nuestro jefe (y amigo) porque se escuchaba dentro de la sala mi voz al unísono con la del  Presidente de la Asociación de Médicos que veía su charla interrumpida por mis gritos de Bulería, Bulería.
  Recuerdo cuando conocí a Jana en una feria de muebles, nos pasamos todo el día entregando acreditaciones, muertas de frío, pero riéndonos todo el rato.
  Evina se incorporó al grupo con ciertas reticencias por mi parte, porque por aquel entonces era la preferida del jefe, y es que la chavala era y es guapa a rabiar, pero ¡ lo juro! No me duro mucho el recelo porque en seguida formó parte de este pintoresco grupo como una más.
  Lucía vino más tarde, pero empujando fuerte. La conocí en la boda de Letizia Ortiz, pero no os confundáis, no fuimos invitadas a semejante evento, a pesar de la insistencia del príncipe que cuando se pone pesado… (por qué no te callas..), pues eso, ahí estábamos las dos más que trabajando comentando la boda real lo que terminó con  una amistad hasta el infinito y más allá. 
  Y la mi Rebe, la primera que conocí, mi amiga del alma. Cuando me llevaron al Palacio de Congresos por primera vez apareció ella con esa sonrisa suya y esa sencillez y esa predisposición y accesibilidad que sólo las buenas personas saben brindar. Y aquí estamos todavía juntas, muy juntas, bendito What´s app!.
 ESTA FOTO ME PARECE MUY GRACIOSA
EN EL PUEBLO DE ASTURIAS

 He conocido a gente maravillosa , me he reído (cuando los visitantes de la feria preguntaban por los estándares, o por el palacio de los diputados, o por el stand de las "coquíes", o si éste año venían las "mimosinas" en alusión a esos coches largos y de lujo que se ven mucho en las películas americanas), he llorado, me he enamorado, me he desenamorado, he conocido a ilustres personajes y a no tan ilustres, a la Alcaldesa de Gijón, al Presidente del Principado (que rabia cuando llovía y teníamos que sujetarles el paraguas para que no se mojaran, cómo lo odiaba, y cuando se paraban para saludar a alguien y yo seguía caminando con el paraguas dejándoles a la intemperie, soy así de despistada  Ilustrísima Alcaldesa.. )., he conocido a la gente que trabaja detrás de todo el entramado de la feria, las oficinistas, los porteros, las taquilleras, los técnicos, las limpiadoras guays y las no tan guays que te ponían la cestilla para que les dejaras la voluntad (me salía el pis a mí a euro y veinte céntimos y ni os quiero contar cuando tenías otro tipo de necesidad…) he comido en multitud de hoteles, caterings, espichas y  en mi últimos años he llegado incluso a ser   jefa de azafatas, (las de Cafe Oquendo deben de estar a estas alturas muertas de la envidia). 
  Si tenéis oportunidad de visitar Gijón visitad la Feria de muestras, y acordaos esta vez de por qué funcionan tan bien las cosas en todo el recinto ferial. Y eso es porque en cualquier sitio, controlando, vigilando, ayudando, informando, están pues eso, las chicas de la cámara. ¡Os quiero amigas!

ROCIO